El púgil fajardeño McWilliams Arroyo (16-3, 14 nocauts) se tomará un descanso de, al menos, dos semanas y luego regresará al gimnasio en preparación para el que será su próximo paso luego de ser derrotado el sábado por el campeón peso pluma del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), Román “Chocolatito” González (45-0, 38 nocauts).

Ambos púgiles recorrieron la distancia completa, pero los jueces favorecieron a González con votaciones de 119-109, 119-109 y 120-108. 

El boxeador boricua le plantó cara al nicaragüense, quien es considerado el mejor libra por libra del mundo. La decisión detuvo la racha de 10 victorias corridas de González mediante nocaut. 

Arroyo llegó esta noche al Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín en compañía de su hermano, el también boxeador McJoe Arroyo, y su equipo de trabajo, compuesto por su entrenador Alex Caraballo y su manejador Orlando Piñeiro. Arroyo llegó a la Isla con la parte superior de la mano izquierda severamente hinchada cerca de los nudillos.

“No creo que tenga fractura; anoche (sábado) no podía mover mucho los dedos, pero ya hoy (domingo) los puedo mover. Si la hinchazón no baja en los próximos días entonces voy y me saco una placa, pero no creo que tenga fractura”, indicó Arroyo a este medio.

Arroyo peleó de principio a fin contra González, a quien hirió en el último asalto. El púgil dijo que le hizo una buena pelea al nicaragüense. 

“A mi entender yo gané varios asaltos, pero no tengo ninguna duda de que él ganó; estoy bien claro en eso y tampoco soy persona de criticar eso. Yo no sentí su fuerza, pero González sí lanza muchos golpes. Llegó un momento dado en el que me dije ‘tengo que administrarme porque él sigue tirando y en algún momento se va a cansar’, pero eso no ocurrió”, resaltó Arroyo.

Arroyo dijo que al acercarse al último asalto se dijo a sí mismo “voy a trancar duro, y trancamos bien, pero ya él tenía ventaja (en puntos). Al lanzar tantos golpes pensé que disminuiría, pero al ver que no disminuyó, apreté y me mantuve, más o menos, con él. Es un boxeador fuerte, no es que sea débil, pero yo sentía fuerza de más; es que es consistente y tira muchos golpes”.

Arroyo dijo que pese a no haber celebrado un combate en poco más de un año, su preparación para el choque contra González fue excelente. 

“El no haber peleado desde hace un año no fue un factor y, gracias a Dios, salimos bien. La condición estaba y no hay excusa alguna. No se pudo lograr lo que yo quería, pero voy a seguir trabajando para ver si en el futuro se logra”.

Arroyo dijo que descansará entre una o dos semanas y luego se reunirá con Peter Rivera de la promotora PR Best Boxing para trazar su próximo paso y cuadrar una fecha para su próximo combate entre junio, julio o agosto.