McWilliams Arroyo le hizo valiente frente al mejor peleador libra por libra de la actualidad, Román “Chocolatito” González, cayendo por decisión unánime ante fenómeno de Nicaragua el sábado en el Forum de Inglewood, California.

Fue una pelea de continua acción e intercambios mucho más parejos de lo que daría a pensar la votación oficial: 119-109, 119-109 y 120-108 para González (45-0, 38 nocauts), quien vio frenada su racha de 10 triunfos consecutivos por la vía del nocaut.

Arroyo (16-3, 14 nocauts) ofreció todo de sí y buscó la victoria hasta el final, incluso sacudiendo al nica en el round 12 e intercambiando de tú a tú en el centro del ring hasta la campana final.

“Fue una pelea muy difícil”, fue lo primero que dijo el ganador y actual campeón 112 libras del Consejo Mundial de Boxeo luego de que anunciaron las votaciones oficiales. “(Arroyo) es un boxeador fuerte. Tiene buenas manos”.

Mostrando tenacidad y maña, el osado Arroyo tomó el centro del ring al sonar la  campana y obligó a González a boxear en semicírculo en busca de ángulos.  

Arroyo metió buenas manos a media distancia en el segundo asalto. Pero los golpes parecieron animar a González, quien cerró con fuerza para llevarse el asalto, una táctica que empleó en varios asaltos siguientes.

González sacudió por primera vez a Arroyo con una izquierda. El fajardeño abrazó por un instante, recuperó el aire, y siguió en la batalla.

Ya en el cuarto era Arroyo quien retrocedía, situación que se complicó cuando la suela de su zapatilla derecha se desprendió por completo. 

Pero incluso semidescalzo, Arroyo mantuvo la compostura ante el bombardeo de uno de los más potentes pegadores de la actualidad. Tuvo éxito con el gancho zurdo y el recto de derecha en el quinto, pero Chocolatito se llevó el round con ofensiva al final. El sexto fue otro asalto parejo, algo que cambió en el séptimo cuando González pisó el acelerador.

El campeón seguía ganando la guerra de desgaste y aunque el boricua seguía soltando sus manos, estas no llegaban con la potencia del principio.

Tras lucir su mejor momento en el noveno, Arroyo pasó quizás su peor tiempo en el décimo.