BALTIMORE. Luego de expulsar de su lomo al jinete boricua John Velázquez, y de repente libre para correr hacia donde le diera la real gana, Bodexpress decidió intentar ganar el Preakness.

Al realizar uno de los recorridos más memorables en los 149 años de historia del Pimlico Race Course, Bodexpress siguió a los líderes sin un conductor y por momentos pareció ser candidato a ganar entre el lote de 13 participantes.

“Uno tiene que ser cuidadoso porque algunos de ellos tratan de ganar”, dijo el entrenador Bob Baffert, quien preparó al favorito de la carrera, Improbable. “He tenido caballos que tratan de ganar. Y algunas veces hacen una gran carrera”.

Al final, War of Will se recuperó de una experiencia difícil en el Kentucky Derby para imponerse en el Preakness.

El entrenador Mark Casse obtuvo su primera victoria de la Triple Corona, con War of Will arrancando desde la posición número 1 por segunda carrera consecutiva.

War of Will fue víctima de interferencia en el Kentucky Derby, lo que llevó a que el ejemplar que llegó en primera posición, Maximum Security, fuese descalificado.

El sábado, Everfast arribó en el segundo puesto y Owendale en el tercero.

En la carrera, Anothertwistafate con el boricua José Ortiz, finalizó en décima posición, mientras que Bourbon War, con su hermano Irad, ocupó el octavo puesto.

Desde el momento que el inquieto tresañero Bodexpress saltó en la salida, expulsando Velázquez, la locura se apoderó de la carrera.

Corriendo por su cuenta en la segunda pata de la triple corona, Bodexpress realizó su obligado recorrido de la pista, motivado tal vez por instinto o por el deseo de ser parte del grupo.

Afortunadamente, Velázquez rápidamente se levantó del suelo y salió de la pista sin sufrir lesiones.

“Cuando las compuertas se abrieron, quedé fuera de inmediato. El dio un brinco hacia el lado”, dijo Velázquez. “Tenía mis pies fuera (de los estribos) así que perdí el balance, y caí”.

Hubo indicaciones de que las cosas no estaban bien con

Bodexpress cuando el ejemplar trató de caminar hacia la izquierda en vez de a la derecha con el resto de los competidores en el desfile antes de la carrera.

“Él no se estaba comportando bien detrás de la compuerta. No se quedaba quieto”, relató Velázquez. “Me empujó contra la pared y contra la compuerta”.

Salir de la peligrosa caída con su salud intacta fue positivo, pero no será muy pronto que el jinete de 47 años olvide el incidente.

“Cuando uno viene a este lugar a una carrera importante y suceden cosas como esta con los ejemplares, es decepcionante”, confesó Velázquez.