CANÓVANAS.- La campeona nativa Defensora arrojó resultado positivo a una sustancia llamada bufotenina luego de su victoria en la octava carrera del 19 de abril, que le sirvió como preparación para el Derby Puertorriqueño en el que arribó segunda.

La bufotenina es un alcalaiode con efectos alucinógenos que se encuentra en la piel de determinadas especies de sapos, pero también aparece en una clase de árbol, según recoge el portal Wikipedia.

La palabra “bufo” es utilizada para identificar el género biológico de más de 250 especies de sapos pertenecientes a la familia anfibia bufonidae.

La especie más conocida del género es el Bufo bufo, también llamado sapo común.

De acuerdo con el entrenador Juan Manuel “Guengo” Rodríguez, quien cuenta con más de 45 años en su profesión, éste es un “caso raro” que está bajo estudio de los veterinarios en el hipódromo Camarero.

“Se cree que pudiera ser por algo en la comida o en la yerba. Los veterinarios con los que he consultado desconocen qué pudiera ser. Ha habido casos así anteriormente y se ha determinado que la causa no ha sido por intervención indebida. Aún así, no deja de preocupar”, comentó Rodríguez, quien es de los pocos entrenadores que no tienen antecedentes de casos de positivos en sus ejemplares en el hipódromo.

PRIMERA HORA consultó con la Asociación Internacional de Comisionados Hípicos (AICH), a la que la Administración de la Industria y el Deporte Hípico de Puerto Rico (AIDH) está adscrita, y en su extensa lista de medicamentos que se identifican como prohibidos en su reglamento de medicación controlada no aparece la bufotenina.

Sin embargo, según la notificación emitida a las partes por la AIDH, se tipifica la bufotenina como clase uno entre las drogas no permitidas.

De acuerdo con la AICH, la detección de una droga clase uno conlleva una suspensión de uno a cinco años, $5 mil de multa más la confiscación del premio.

Por otro lado, Richard A. Sams, quien cuenta con un doctorado en investigación, redactó un documento presentado hace 11 años en la convención anual de la Asociación Americana de Medicina Equina y en la que establece que la bufotenina ha sido encontrada en la orina de caballos luego de la ingesta de un tipo de yerba identificada como reed canary grass o alpiste.

“Demostraciones de este proceso metabólico son testimonio de que las muestras de orina contenían otros alcaloides comúnmente encontrados en la reed canary grass, lo que persuadió a los investigadores de no recomendar sanción alguna contra los entrenadores cuyos caballos produjeron muestras conteniendo bufotenina”, dice el informe de Sams.