Dos de los más destacados preparadores de ejemplares purasangre de carreras en Puerto Rico han decidido dar el paso a una nueva etapa en sus vidas. 

Se trata de los entrenadores Juan Manuel “Guengo” Rodríguez y Luis Salinas, quienes coincidieron durante  este mes en la difícil decisión de retirarse.  

Ambos tienen la distinción de formar parte de un exclusivo grupo de entrenadores que no solo se destacaron por sus logros, sino por sus cualidades como persona y como profesionales.

Rodríguez es miembro de una familia enteramente ligada al deporte hípico desde los antiguos hipódromos Las Casas, Las Monjas y Quintana. Esa relación con el hipismo la inició con el legendario entrenador Justino “Mano Santa” Rodríguez, tío del padre de Guengo, Juan Rodríguez Díaz, quien también fue un exitoso preparador por muchos años.

Guengo, natural de Gurabo, se inició como entrenador en 1962 mientras aún estudiaba en escuela superior. Ese año acumuló siete victorias en 18 ensillados. En ese momento inició una carrera profesional cuyo éxito fue lento en los primeros años, pero más tarde fue creciendo. 

En 1980, Guengo acumuló 70 victorias en el que fue su mejor temporada en 19 años. Desde ese momento,  sus números fueron superiores a ese total hasta que en 1989 ganó 218 carreras, estableciendo una nueva marca de victorias en un año para un entrenador en Puerto Rico.

También es poseedor del récord de más triunfos clásicos para un preparador con 109, y de más clásicos ganados en una temporada con 14 en 1989. Su primero fue el Acción de Gracias de 1970 con el ejemplar Don Tatá, montado por Carlos López para Luis A. Jordán. 

Su último fue el Antonio R. Matos de 2011 con Guitarra Templada, conducida por Alexis Feliciano para el Alanesic Farm, de Ernesto Acosta.

Tiene la distinción, además,  de haber ganado el Clásico Del Caribe en dos ocasiones. La primera en 1982 con Guaybanex, del establo Caribe, de Federico Torres y montado por Juan Antonio “Chiqui” Santiago y la segunda en 1994 con El Gran Nano, del establo Tres M., de su esposa María Milagros Figueroa.

El pasado domingo ganó la primera carrera con la potranca Gran Isabella en la que fue su única victoria de 2016. Ya en los últimos siete años sus números venían en descenso, por lo que acariciaba la idea del retiro.

Por sus manos pasaron excelentes corredores y múltiples campeones como Mister Frisky, Que Nene, Bo Judged, Guimazoa, Mrs. Diana, Winning T., Another Diana, Mulca, Stormy Countess, Gran Adonis, Don Guido y Defensora, entre otros.

 Guengo, a sus 72 años, se desliga  con 3,047 victorias, siendo junto al fenecido entrenador Candelario Bonilla los ganadores de más de tres mil carreras en  Puerto Rico.  Fue exaltado al Salón de la Fama del Hipismo Puertorriqueño en 1986.

De Chile a Puerto Rico

Salinas, por su parte, cuenta también con una extensa lista de logros que comenzaron fuera de Puerto Rico. Nació en San Bernardo, Chile, en 1929. A sus 11 años de edad se inició en el deporte hípico como ayudante del entrenador Augusto Brecke en el hipódromo de Santiago. Allí laboró hasta sus 20 años de edad, cuando fue reclutado por la milicia.

En 1953 se radicó junto a su familia en Colombia, donde se destacó como uno de los principales entrenadores.  Con el pasar del tiempo, la hípica colombiana fue en decadencia y Salinas se vio obligado a buscar opciones para continuar con su profesión.

Fue así que,  a finales de la década de 1960, viaja a México donde conoció a Francisco González Rivera, propietario del Isla Stable, en Puerto Rico. Éste contrata a Salinas para trabajar en su finca de Toa Baja, donde inició labores en 1970.

 Al año siguiente, Salinas se hizo cargo del entrenamiento de los ejemplares de González Rivera en el entonces hipódromo El Comandante en Carolina,  logrando 13 victorias y convirtiéndose luego en uno de los principales entrenadores de la hípica local.

Su mejor año fue 1992 cuando acumuló 62 victorias, incluyendo los clásicos Puerto Rico Futurity con Special Captain, montado por Héctor Rafael Díaz para el establo Triple A., de Miguel Alonso, y el Prensa Hípica con La Normanda, conducida por Roberto Alvarado para el establo Pampero.

En total, Salinas consiguió 33 victorias clásicas. Su primera fue el Dia De Las Madres con Ribot’s Holiday, de 1972 montado por su hijo Pedro Luis para el Isla Stable.

Fue exaltado al Salón de la Fama del Hipismo Puertorriqueño en 2002. Entrenó  destacados corredores, incluyendo a los campeones Blanqui R., Ribot’s Verset, Chef Henry, Babilonia, El Justo, Fortuna Moral, Voluntariosa y entre otros Lillians Boy, con el que consiguió su última victoria importante en el clásico The Kid, de 2006, montado por Wilfredo Rohena para el Sonata Stable, de Marc Tacher.

Salinas tiene la distinción de contar con dos de sus hijos que siguieron sus pasos por la hípica, iniciándose como jinetes. 

Pedro Luis, quien fue un destacado jinete, se desempeña como entrenador y Emilia, quien es pionera entre las féminas que abrieron puertas a la mujer en esa profesión en la Isla, actualmente se desempeña como instructora  de la Escuela Vocacional Hípica. 

Don Luis, como se le conoce, presentó al ejemplar Saturdaywhataday como ganador de la cuarta carrera del pasado 23 de diciembre en la que representa su victoria 1,052 en su historial activo en Puerto Rico. 

Este próximo lunes, a petición de Tacher, propietario del caballo, Don Luis hará su última aparición en el programa oficial cerrando así una intensa, larga y exitosa trayectoria en el deporte hípico.