La participación de Mónica Puig Marchán en el pasado Fed Cup que se llevó a cabo en Panamá puede ser el  aliciente que la tenista puertorriqueña necesita de cara a la segunda parte de la temporada 2017 de la Asociación de Tenis Femenino (WTA, por sus siglas en inglés).

Puig no ha disfrutado de un exitoso año en términos individuales. Tiene balance de 12-14 en los torneos que ha participado hasta la fecha. Sin embargo, Juan Carlos Escudero, coach de Puerto Rico en eventos internacionales, entiende que Puig le sacó provecho a la oportunidad de respirar un aire fresco.

“El nivel de tenis en Panamá es uno que ella (Puig) debe dominar sin  problemas. Fue una experiencia positiva para ella. Mencionó que es lo más positivo que ha vivido en el 2017 y cada vez que uno logra varias victorias corridas comienza a subir la confianza”, dijo Escudero durante una entrevista con Primera Hora.

“Tiene que seguir construyendo para el futuro”, agregó.

Puig hizo una pausa en su preparación para los próximos torneos de la WTA para jugar en el Fed Cup, donde Puerto Rico logró el ascenso el Grupo I de las Américas.

“Definitiva haber jugado en el Fed Cup es algo diferente, es parte de un equipo no está individual. Mónica compartió con las otras chicas y le gusta representar a Puerto Rico. Aunque es una presión diferente, es algo que a lo largo de su carrera ha sido beneficioso para ella”, analizó Escudero.

Se espera que Puig Marchán participe en el Rogers Cup en Toronto, Canadá. La boricua jugó allí en el 2015. El año pasado no se inscribió debido a que coincidió con los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro donde Puig ganó la medalla de oro en sencillos femenino. 

“(Puig) tiene sus próximos torneos y el US Open es uno de ellos. Que siga bien y mejorando su condición. Tiene que seguir trabajando para probar que está en mejor forma después de pasar un tiempo enferma.  Eso le costó y se requiere de mucho trabajo para estar nuevamente en la condición de antes”, afirmó Escudero.

Aunque la competencia en Panamá fue sobre arcilla, el coach entiende que Puig no debe tener inconveniente para jugar en la superficie dura en el Abierto de Estados Unidos.

“Estas jugadoras profesionales se acoplan rápido ya que están acostumbrados a esos cambios de superficie y altura. Se adaptan rápido”, explicó.