Los campeones de la Conferencia Nacional, los Falcons de Atlanta, acudirán este domingo a la gran fiesta deportiva de la NFL, el Super Bowl, como el equipo desfavorecido en las apuestas y en las opiniones de los expertos con respecto a su potencial de ganar el partido. 

El favor de los conocedores del juego está, al momento, del lado de los Patriots de Nueva Inglaterra, el equipo ganador de cuatro Super Bowls  en seis intentos en los últimos  14 años y quienes son capitaneados por Tom Brady, considerado como el mejor quarterback de la NFL de su generación.

Brady, principal protagonista del juego, podría convertirse  en el primero jugador de su posición y tan solo el segundo jugador en la historia en ganar cinco títulos. Éste además cuenta  en su resumé con dos premios de Jugador Más Valioso de la NFL y tres del Super Bowl.

“Eso ha convertido a Brady en el tipo de jugador al que uno le debe decir  ‘usted y tenga’”, observó Dirk Moran, director atlético de Baldwin School en Guaynabo y dirigente del Football Superior y la liga Pee Wee en Puerto Rico por los últimos 20 años.

Ante ese calibre de Brady y los Patriots, Atlanta llega al juego simplemente siendo visto como el otro equipo en el Super Bowl, el desfavorecido, el que tiene que probar su poder en el escenario más grande del deporte estadounidense. 

¿Y qué  hay si a los Falcons les da con aguarle la fiesta a los Patriots?

“Suerte con eso”, contestó Moran. “Como dice el viejo refrán: para ser campeón hay que ganarle al campeón. En los últimos 15 años, este Super Bowl es la sexta oportunidad de ganar para los Patriots. La ventaja la tiene New England. El que está llegando a la fiesta es Atlanta”.

Los Falcons tienen

sus méritos

Pero en el deporte, como en la vida, todo es posible. Y no se puede obviar que Atlanta llega al partido luego de  superar en la postemporada a dos poderosos equipos como lo son los Seahawks de Seattle y los Packers de Green Bay, que eran liderados por quarterbacks que escoltan a Brady en términos de calidad. 

Y todo puede ser posible para el actual campeón de la División Sur y de la Conferencia Nacional, porque durante la temporada ningún equipo pudo detenerlo ofensivamente.

Atlanta promedió 33.6 puntos por juego en la campaña y, como si fuera poco, superó esa media en sus dos partidos de esta postemporada. 

Los Falcons también tienen en Matt Ryan a un quarterback que no se queda atrás, que es candidato para el MVP de la actual temporada. 

Ryan fue  la selección de primera ronda de  los Falcons y Novato del Año en el 2008. Su llegada al equipo  ayudó a que Atlanta pudiera olvidar al ‘controvertido mataperros’ Michael Vick. 

Desde entonces, ha liderado a los Falcons a dos títulos divisionales en  2010 y 2012 y promedia 9.3 yardas por pase este año (versus 8.3 de Brady).

Pero  Ryan no hubiese llegado al Super Bowl si no hubiera sido por las movidas que por los últimos años hizo la gerencia del equipo, opinó el bloguero y aficionado al football, Kiko González.

Alrededor de ese quarterback  y del estrella receptor Julio Jones, los Falcons hicieron movidas defensivas y ofensivas en el sorteo de jugadores o en la agencia libre que ayudaron al equipo a  elevar su nivel para lograr su segunda aparición en el Super Bowl y la primera en 18 años, agregó González. 

Más allá de Ryan tienen posiblemente a los mejores dos corredores en  DeVonta Freeman y Tevin Coleman, escogidos en el draft en el 2014 y 2105, y tienen a los linebackers Vic Beasly, primera ronda del draft, y a Deion Jones, segunda ronda del 2016, entre otros, detalló. 

Pero los Patriots no se quedan atrás, ya que son considerados uno de los mejores equipos defensivos de la liga, algo que es obra directa de su reputado entrenador, Bill Belichick.

El historial es parejo

Atlanta y Nueva Inglaterra se han enfrentado 13 veces previas al partido de este domingo,  siendo los los Patriots ganadores en siete ocasiones. 

De esos 13 encuentros, los últimos dos han ocurrido con los actuales quarterbacks de cada equipo y en ambas ocasiones Brady superó a Ryan,  el más reciente en el 2013 por 30-23. 

Ryan y  Brady son muy parecidos en físico y en estilo de juego. Tal vez Ryan corre un poco más que Brady, pero ambos son precisos pasadores.

La única diferencia es el estilo de ofensiva que corren.

“El sistema de Atlanta es de enseñar algo y hacer otra cosa. Nadie los ha podido descifrar porque siguen anotando 35 puntos por juego, y eso es un montón”, dijo Moran. “Mientras, el sistema de New England es de mover fichas para poder estar en posición de ventaja en contra de la defensa. Se basa en tiros cortos, rápidos y usan el tiempo para repetir jugadas y poner a la defensa en sus talones”.

En ese contexto, Atlanta es el equipo que tiene que demostrar que tiene la mejor ofensiva y defensiva.

“Para mí las claves son que Atlanta corra el balón para mantener en desbalance a New England, y tiene que ganar la batalla en el tercer down para forzar a New England a patear la bola”, dijo Moran.

El reto en esencia será de Atlanta y de Ryan.