TOA BAJA. Con el mar y el sol acompañándoles a lo largo de la ruta, unos 420 competidores se lanzaron a inaugurar el 10K Llanero-Ruta del Encanto, que se efectuó en la tarde del domingo en las inmediaciones del Balneario Punta Salinas de este municipio.

Con una mezcla de corredores elite, joggers, caminantes y atletas de silla de rueda, los participantes tuvieron el privilegio de competir a lo largo de una carretera bordeada del verdor de palmeras, del azul de las aguas de la Ensenada de Boca Vieja y del calor de la gente que se apostó a la orilla de la carretera.

La prueba, que inició poco más de medio kilómetro después de la entrada al balneario, trazó una ruta casi recta hasta la Central Termoeléctrica de Palo Seco, donde los corredores viraron en U para enfilar la ruta de regreso y cruzar la meta en los terrenos del balneario.

“Es la primera vez que la corro. La ruta me pareció buenísima porque es llana. Es un poco complicada por la brisa del mar, pero el resto de la ruta es muy buena. Para los fondistas buscar buenas marcas me parece excelente”, dijo el coameño Antonio Cardona, quien casi al inicio de la carrera de despegó del grupo y se mantuvo corriendo solo en la delantera desde antes de pasar el primer kilómetro.

Cardona, quien registró tiempo de 32:58, fue escoltado por su compueblano Christian Colón, quien llegó segundo con 33:21, y por el aiboniteño Luis Rivera, quien detuvo el cronómetro en 33:56.

En la rama femenina, Ashley Laureano Rosado, de Toa Baja, fue la primera en cruzar la meta, con tiempo de 38:13 y fue seguida de la lareña Yahaira Ayala con 39:15. Carolin Burgos, de Orocovis, llegó en el tercer puesto con 41:12.

Geoffrey Kennedy, de Río Grande, fue el primero en arribar en la categoría de silla de ruedas, seguido por Bernardino Ruiz, de Salinas, y por Javier Mora, de Isabela. La sanjuanera Alba Rivera, fue la única fémina en la categoría, y llegó en cuarta posición.

Antes de la carrera, Frank Domínguez, de San Juan, uno de los participantes, contó que “cuando vi que la iban a hacer rápido me inscribí. Es posiblemente la ruta más plana en una carrera en Puerto Rico”.

“Este tipo de carrera hay que apoyarlas para que la sigan haciendo cada año, porque en verdad es una ruta plana y bonita”, dijo Domínguez, quien conversaba con José Rivera, otro que acudió al evento.

“Trabajo en el área aunque vivo en Cidra. Tan pronto supe de la carrera me identifiqué, pues esta fue la primera carrera que hice, en el 2010”, dijo Rivera, refiriéndose a la encarnación anterior de la carrera.

El presidente del Comité de Fondismo, Osvaldo Rojas, por su parte, quedó complacido con la manera en que se desarrolló la carrera dominical.

“El alcalde (Betito Márquez) se nos acercó para tratar de traer una buena carrera a Toa Baja. Creo que este evento es una buena mezcla de recreación pasiva y activa”, indicó Rojas. “Y qué mejor momento para realizarla en la fecha en que se celebraba el 10K del Teodoro Moscoso. A pesar de que se montó con poco tiempo, creo que fue un evento con buen nivel y sobre 400 corredores”.

Además del escenario, que por momentos mostraba a El Morro de fondo entre las aguas turquesa de esta zona, lo que algunos corredores mayormente reconocieron fue la organización.

“Conocía la ruta porque soy de aquí. La había hecho entrenando. Y nunca había percibido tanto el viento. Fue un factor cuando íbamos subiendo (en camino hacia la termoeléctrica de Palo Seco) era en desventaja, pero luego viramos y es ventaja”, explico Laureano Rosado, la primera fémina en cruzar la meta.

“La ruta me encantó por la gente en la orilla de la carretera gritándote. En todo momento tienes un paisaje hermoso, estás viendo la playa, las palmas de una isla tropical, ya casi estaba atardeciendo…no muchas rutas tienen una vista tan bonita y el público estuvo animando todo el tiempo, y eso da motivación para seguir”, agregó la corredora de 24 años.

“Considero que la organización que han demostrado ayuda mucho”, sostuvo. “Son pocas las carreras que son sumamente organizadas. Yo que soy elite, nos dieron la oportunidad de tener un espacio en la salida y no estar peleando con los joggers o los caminantes. Para ser la primera vez, les doy un A+. No porque estoy en mi pueblo, sino porque he estado en otras carreras y he visto la dinámica”.

El aiboniteño Rivera coincidió con Laureano Rosado, y hasta fue un poquito más allá.

“Tuvieron muy buena organización. Muy buenos oasis. La llegada y la salida todo bien. Me pareció algo bien organizado. Pienso que, en unos años, esta va a ser una de las mejores carreras de Puerto Rico”, afirmó Rivera.