Gigi Fernández tiene un consejo para Mónica Puig y su nuevo entrenador Philippe DeHaes: que por ahora se olviden de competir en los grand slam y otros torneos de primer orden.  

“Si yo fuera su coach, la pondría a jugar en torneos de segunda y tercera serie, porque ella está jugando en torneos de grand slam y de primer nivel, y pierde en la primera, segunda ronda, no pasa del qualifying y entonces así no coge confianza”, dijo Fernández a Primera Hora.

 “Tiene que ir a torneos pequeños, donde hay jugadoras del ranking de ella y tiene que ir a ganar uno de esos torneos, sabe Dios donde, pero que no sea en Roma, Londres, París, Cincinnati. Tiene que jugar en un torneo pequeño y tratar de coger confianza”, agregó la dos veces medallista de oro olímpica en dobles por Estados Unidos.  

Puig, quien el viernes cumplió 26 años, está clasificada número 71 por la WTA. A principios de este mes tuvo otro cambio de entrenador con la entrada del belga DeHaes en sustitución de Kamau Murray, quien apenas estuvo con la boricua desde enero hasta agosto de este año. Murray renunció como entrenador de Puig para regresar a trabajar con la estadounidense Sloane Stephens, la número 15 del mundo.  

DeHaes es el sexto entrenador de Puig, quien comenzó con Alain de Vos (2008-2014) y siguió con Antonio Van Grichen (2014), Ricardo Sánchez (2014-2015) y Juan ‘Nacho’ Todero (2015-2019), con el que ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos Río 2016.

De acuerdo a Fernández, los cambios de entrenador que ha tenido Puig, aunque puedan parezcan muchos, han sido necesarios.

“Los cambios de entrenadores de Mónica, yo encuentro que todos fueron necesarios. Estuvo con Alain desde que era juvenil y cuando ella hizo el cambio, creo que era el momento porque Alain no la estaba llevando al próximo paso. Entonces contrató a Nacho Todero y estuvo con él cuatro o cinco años, pero después de ese tiempo, uno se da cuenta que si no estás llegando a lo que quieres, pues tienes que cambiar algo. Entonces el cambio al que era el de Sloane Stephens, que para mi fue un buen cambio porque con Nacho no estaba llegando a donde quería. El último (Murray) no fue decisión de ella, fue que él decidió irse. Ahora tiene uno nuevo que no lo conozco, no sé nada de él. Espero que le vaya bien, porque no es fácil ser tenista profesional. Hay muchas altas y bajas y ella la está teniendo bastante difícil”, dijo Fernández, exaltada al Salón de la Fama del Tenis Internacional en el 2010.