La frase “tener que regalar libras” se ha convertido en el principal problema de las boxeadoras aficionadas que pelean en la categoría abierta dentro de las carteleras de la Federación Puertorriqueña de Boxeo Aficionado. 

 A pesar de que se ha visto un aumento en la participación femenina en el boxeo puertorriqueño, la mayoría figura entre los siete y los 14 años.

 Esto ha creado una situación para las boxeadoras más experimentadas, ya que la cantidad de rivales es menor.

 “Cuando comencé en el boxeo, siempre tuve oponentes. Luego a medida que iba subiendo de peso, tuve que regalar libras porque en mi peso no había tantas. Siempre se regalaba y, a veces, había que pelear varias veces con la misma oponente”, explicó Ashleyann Lozada Motta, quien forma parte de la escuadra nacional desde el 2009.

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 Por su parte, Tatiana Ortiz atraviesa una situación similar. Dijo que no ha logrado ‘casar’ una pelea en los pasados ocho meses. 

 “Al comienzo de mi carrera era frustrante porque llevaba tres o cuatro meses que no peleaba. Actualmente, es más frustrante porque llevo ocho meses sin pelear. Eso no es fácil. Es una presión que es constante. Es la presión de no foguearte y mantener tu calidad como boxeadora”, aseguró Ortiz, de 16 años.

Una solución al problema ha sido enfrentar a varones en la búsqueda de mantener la condición física y subir el nivel de técnica.

 “Guantear con un hombre no es lo mismo que guantear con mujeres. No es lo mismo guantear con una mujer que está a la par de uno, que hacerlo con un hombre que está en un nivel superior a ti. A veces los hombres se aguantan y no trabajan igual. No se atreven a pelear y, en vez de ayudar, lo que hacen es perjudicarte”, explicó Lozada Motta, quien en el pasado fue enviada por la Federación a entrenar a Estados Unidos con púgiles de su edad y peso. 

El entrenador César Méndez Sánchez ha tendido que lidiar con este tipo de situación en su gimnasio ‘Pucho Boxing Club’ en Moca. Sin embargo, ha atacado el problema fortaleciendo el aspecto mental de sus boxeadoras. 

“Esa es la queja de todos los entrenadores. Pero, a veces, uno tiene que entender que en la participación femenina es un poco más escasa. Lo más importante de esto es preparar a la boxeadora mentalmente de que existe la posibilidad de que no pelee. No en todos los pesos hay muchachas. También las edades influyen mucho. Mentalmente se prepara a la boxeadora diferente que al boxeador”, explicó Méndez, quien entrena a 12 féminas en su gimnasio. 

La Federación pone manos a la obra

El presidente de la Federación, José ‘Chicky’ Laureano, está consciente del problema y aseguró que ya trabajan en su plan para impactar la preparación de las boxeadoras en la categoría abierta.

 “Lo que se está haciendo ahora es un circuito nacional femenino, la cual todos los meses vamos a tener una cartelera de mujeres. Para aquellas -que por x o y razón- no encuentren sus rivales, estamos haciendo un acuerdo de colaboración con distintos países. Con Estados Unidos estamos haciendo un acuerdo para que vengan a Puerto Rico o nosotros vayamos allá para que se mantengan activas las chicas”, aseguró Laureano a Primera Hora. 

La meta de la Federación es darle a sus púgiles las herramientas que posicionen a Puerto Ricos en los primeros lugares del boxeo femenino en América. 

 “Tenemos un plan de trabajo con vista a los Juegos Olímpicos del 2020. En las cinco divisiones que se están estableciendo que podamos ir, tenemos boxeadoras. Mi objetivo es que en las cinco clasifiquen. No estoy hablando un disparate. Es real que las cinco puedan clasificar a los Juegos Olímpicos, así que le vamos a dar el cariño necesario”, dijo Laureano.

 “Haya o no haya el dinero, hay que hacer el trabajo. Yo voy a llegar hasta donde las herramientas que tenga disponibles me permitan. Voy a seguir trabajando duro y tocando puertas. Si se me cierra una puerta, pues toco una ventana. Hay mucha gente buena en el país, que apoya a la juventud y van a apoyar a las chicas. Estas chicas son fajonas”, prosiguió.