Todo comenzó en Europa, luego de la Segunda Guerra Mundial, y continúa ahora por las calles en Puerto Rico.

Es la corrida de motoras tipo Café Racers que hay en Puerto Rico, que es original de Inglaterra y cuyo uso para carreras entre tiendas de café (aquí bar, pub o chinchorro) le da su nombre.

“Esto viene de los años 50. Nuestro grupo sale de barrita en barrita, a pasear por ahí”. dijo el motorista Daniel Enrique Ríos Chacón.

En la actualidad, su uso ha cambiado de una motora de carrera a una de paseo, aunque mantiene una característica: quitarle piezas de su estado original para hacerlas más livianas y veloces.

Y a pasear salieron ayer desde la calle Loíza en Santurce hacia Cataño por la carretera PR-165, y luego hasta Dorado, un grupo boricua de Café Racers llamado Barba Racers. Así se llaman porque montan Racers, llevan barbas y se visten estilo hipster para montar.

“Nos llaman por ahí los lindos de las motoras”, reveló Ríos Chacón, presidente de los Barba Racers, fundado este año.

A ellos se les unieron ayer motoras estilo Shoppers y Harley, que ‘roncan’ cuan grandes son, y Vespas, que son para uso en calles, más que en carreteras.

Eran hasta 90 ‘motos’ y llevaban todos un mensaje salubrista para sus participantes y futuros miembros.

“La base de la actividad es la Fundación Movember, que atiende la salud del hombre, la parte del cáncer testicular, de próstata, la salud mental y el suicidio en el hombre”, informó Ríos Chacón.

También iban en la corrida otros aficionados que comenzaron en los Café Racers buscando nuevas amistades y otras sensaciones.

José Madera fue uno de esos. Fotógrafo de profesión, aficionado al ciclismo, Madera comenzó en las motoras con Vespa y ahora tiene dos Racers, incluyendo una de fábrica, las que usa para rodar, como lo hacía con las bicicletas, pero con más poder.

“Esto es el doble de la sensación que encontraba en la bicicleta”, calificó quien monta una Racer con un motor de 400 centímetros cúbicos y asiento flat para su compañera.

Otro de los participantes fue el mecánico de muchos dueños de Racers: Alan Moreno, de Mavilla, Corozal. 

Moreno es quien convierte un estilo X de motora en una Racer en su garaje corozaleño.

“Por lo general me llevan motoras antiguas para convertirlas en Racers. Las motoras ideales para convertir en Café Racers son las de los años 80 hasta los 60”, indicó.

Es aficionado a las motoras desde hace 10 años, pero desde niño sabe reconstruir con sus manos.

“De pequeño me daban un juguete, lo rompía y los reconstruía de nuevo. Así he hecho como 10 motoras”, comentó.