Un ex médico acusado de abusar sexualmente a niñas cuando trabajaba para la federación estadounidense de gimnástica y la Universidad Estatal de Michigan se declaró el miércoles culpable de varios cargos de agresión sexual y enfrenta al menos 25 años en prisión. 

Larry Nassar, de 54 años, admitió haber abusado de siete niñas, mayormente bajo el mano de tratamiento, en su casa en el área de Lansing y en una clínica en el campus universitario. A excepción de una, todas sus acusadores eran gimnastas. Enfrenta además cargos similares en un condado vecino y demandas presentadas por más de 125 mujeres y niñas. 

Las gimnastas olímpicas Aly Raisman, McKayla Maroney y Gabby Douglas están entre quienes han dicho públicamente que fueron víctimas de Nassar. 

Algunas de sus acusadores asistieron a la audiencia del miércoles en una sala tribunal en el condado Inghom. Varias estaban llorando. 

“A todas las afectadas, ... lamento enormemente que esto fue como un fósforo que desató un incendio forestal descontrolado, dijo Nassar. “Rezo con el rosario todos los días en busca de perdón. Yo quiero que ellas sanen. Quiero que la comunidad sane”. 

Nassar admitió haber penetrado con los dedos a las víctimas y que su conducta no tenía propósitos médicos legítimos y que no tenía el consentimiento de las niñas. 

El acuerdo con la fiscalía prescribe una sentencia mínima de 25 años de prisión, pero la jueza pudiera fijar el mínimo en 40 años. En Michigan, los reclusos tienen derecho a libertad bajo palabra tras cumplir la sentencia mínima. 

La audiencia de sentencia fue fijada para el 12 de enero. 

La jueza Rosemarie Aquilina le dijo a Nassar: “Usted usó su posición de confianza en la forma más vil para abusar de niñas ... Yo concuerdo en que ahora es momento de sanar, pero eso pudiera tomarles toda la vida mientras usted se pasa su vida tras las rejas, pensando en lo que hizo para robarles la niñez”. 

Dijo que las acusadoras son “superhéroes para todo el país, porque esto es una epidemia”. 

Las gimnastas han testificado que Nassar las tocó en forma indebida, incluso en ocasiones en que los padres de algunas se encontraban en la misma habitación. Normalmente, las gimnastas acudían al médico para que las tratara de distintas lesiones relacionadas con su deporte. 

Tras la audiencia, una de las acusadoras, Larissa Boyce, dijo que fue “muy duro” mirar a Nassar en el tribunal. 

“Se trata de un hombre en el que confiábamos. Ha admitido que no que hizo fue malvado”, dijo. 

Nassar enfrenta además acusaciones similares en el condado de Eaton, donde se ubica un club de elite de gimnasia. Espera también sentencia en una corte federal, por cargos de pornografía infantil.