El atletismo en Estados Unidos ha quedado envuelto en un escándalo, potencialmente doloroso, sobre el trato que reciben algunas deportistas.

Mary Cain, quien fue una estrella en su adolescencia, relató esta semana la serie de abusos físicos y emocionales que habría sufrido en el recién desintegrado Nike Oregon Project. Y sus versiones han animado a más atletas para hacer lo propio.

Amy Yoder Begley, corredora de los 10.000 metros, dijo el viernes que alguien le había dicho que tenía “el trasero más grande en la línea de salida”. El marido de Kara Goucher afirmó que la deportista olímpica había tenido que soportar comentarios “asquerosos” de parte de sus entrenadores.

Cain indicó que el personal, integrado exclusivamente por hombres, le dijo que, si quería llegar a ser más rápida, debía adelgazar constantemente.

Nike informó que investiga los señalamientos. Pero la oleada de relatos llegó después de que el director del proyecto, Alberto Salazar, fue suspendido cuatro años por un caso de dopaje. Ahora, el Oregon Project ha llamado la atención sobre el énfasis que sus entrenadores habrían puesto en la pérdida de peso y sobre presuntos abusos emocionales.

“Es deprimente, pero al mismo tiempo me alienta que este mensaje esté emergiendo”, dijo el sábado la doctora Kathryn Ackerman, directora médica del programa femenino de atletas en el Hospital Infantil de Boston. “Muchas de estas atletas han tenido realmente miedo de compartir sus historias”.

Las preguntas sobre el método de Salazar con sus principales atletas en Estados Unidos habían surgido desde años antes de que la Agencia Estadounidense Antidopaje lo hallara culpable el mes pasado de realizar experimentos con complementos y testosterona, con ayuda y respaldo de Nike.

Pero la historia de acoso y abusos que Cain habría sufrido cuando era parte del grupo de entrenamiento de Salazar ha llevado a que otras exintegrantes del Oregon Project compartan sus relatos. En 2013, cuando Cain tenía 17 años y era considerada un fenómeno del atletismo, se unió al proyecto de Salazar, nacido en Cuba.

“Sufrí abusos emocionales y físicos por un sistema que diseñó Alberto y auspició Nike”, dijo Cain, quien tiene ahora 23 años, Mediante un video difundido por The New York Times.

Agregó que el personal, pese a carecer de un nutricionista o de un psicólogo deportivo certificado, la presionó para perder peso. Y cuando no cumplió sus metas en esta materia, se le habría humillado públicamente.

Cain aseguró que su periodo menstrual se interrumpió durante tres años, y que perdió tanta densidad ósea que sufrió cinco fracturas. Añadió que había comenzado a causarse heridas a ella misma y tuvo pensamientos suicidas antes de 2016, cuando abandonó el programa.

Salazar, quien ha negado cualquier participación en los casos de dopaje, emitió el sábado un comunicado sobre el caso de Cain.

“Nunca la alenté o, peor aún, la avergoncé, para que mantuviera un peso que no fuera saludable”, indicó. “No sólo jamás hice eso, sino que no toleraría que nadie más en mi equipo hiciera una cosa así”.

Mediante un comunicado, Nike consideró que estas “acusaciones son sumamente preocupantes y no han sido planteadas entes por Mary ni por sus padres”.

“Mary buscaba reincorporarse al Oregon Project y al equipo de Alberto en una fecha tan reciente como abril de este año, y no había planteado estas preocupaciones como parte de ese proceso”, añadió la empresa de indumentaria deportiva.

Aseguró que “tomará con extrema seriedad las acusaciones y abrirá una investigación inmediata para escuchar a las atletas del Oregon Project”.

Algunas de esas deportistas están hablando ya.

Shalane Flanagen, cuatro veces atleta olímpica y quien se retiró el mes pasado para ser entrenadora del Nike Bowerman Track Club, emitió un tuit dirigido a Cain.

“No tenía idea de que esto estaba tan mal”, dijo Flanagan, campeona del Maratón de Nueva York en 2017 y corredora durante años con el equipo Nike, pero quien jamás fue parte del Oregon Project. “Siento mucho... nunca haberme acercado a ti cuando vi que tenías problemas. Puse excusas ante mí misma sobre por qué debía ocuparme de mis propios asuntos. Te defraudamos. Nunca volveré a voltear la car hacia otro lado”, comentó Flanagan.

Yoder Begley, actual entrenadora del Atlanta Track Club, dijo que fue expulsada del grupo de Salazar tras quedar sexta en los 10.000 metros durante el campeonato nacional de 2011.

“Me dijeron que estaba demasiado gorda y que tenía ‘el trasero más grande en la línea de salida’. Esto trae de vuelta aquellos recuerdos dolorosos”, comentó Begley, quien compitió en los Juegos Olímpicos de 2008.

Ackerman, la especialista en medicina del deporte, ha pedido que Nike financie investigaciones sobre entrenamientos saludables, de la misma forma en que la NFL ha comenzado a destinar dinero para los estudios sobre conmociones cerebrales.

“Hay demasiadas grandes oportunidades para que Nike sea un líder en esto”, comentó.

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Pat Graham, periodista de la AP, contribuyó con este despacho.

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Bill Kole está en Twitter como https://twitter.com/billkole