Venciendo el cambio de clima y horario, y dando cátedra de buen compañerismo, Puerto Rico se alzó con el subcampeonato en la categoría de 40 años o más, 4.0 masculino, de la USTA (United States Tennis Association.)

Celebrado en Las Vegas Nevada, la categoría mencionada reunió los 17 mejores equipos de todas las regiones de Estados Unidos incluyendo a Hawaii, siendo el grupo de boricuas el único del Caribe que clasificó para las competencias de este año en esa categoría, se informó en declaraciones escritas.

Sobre 500 jugadores se dieron cita en Las Vegas para participar de los distintos encuentros calendarizados. 

El equipo capitaneado por Moisés Viera Morales y compuesto por Adrián Pacheco, Alejandro Rosario-Castro, Ángel Morales, Carlos Fonseca, Daniel Escobar, Ernesto Masquida, Gerardo Portalatín, Javier Arroyo, José Rivera, Juan Zorrilla, Ricardo Rivera y Rubén Alicea, se crecieron ante una audiencia que reconoció en los boricuas la cría que les distingue, pues en ocasiones los descansos entre juegos no sumaban más de 2 horas, provocando que los puertorriqueños tuvieran largos encuentros disputados en  “tie breakers” y un sinnúmero de lesiones, aún así continuando en cancha. 

El grupo de jugadores y amigos se formó en el 2016 y este año participó representando al Paraíso, San Juan. Ciertamente jugamos por amor al deporte y la entrega fue desde el día uno, logrando el campeonato en PR y ganándose el derecho a representar al Caribe por el campeonato Nacional de la USTA celebrado la pasada semana en Las Vegas, Nevada. 

“Me llena de mucho orgullo el saber que estamos en otra etapa de nuestras vidas y que podemos aprovechar los encuentros para practicar el deporte y juntarnos todos como la familia extendida que somos, eso incluye a nuestros hijos y parejas. Dejamos de ser Paraíso para ser Puerto Rico. Este subcampeonato definitivamente sabe a Campeonato y lo celebramos como tal, todo el crédito a los muchachos que lo dejaron todo, literalmente todo, en la cancha,” aseveró Moises Viera, capitán del equipo. 

“No menos importante fue el apoyo recibido por nuestras familias y amigos que viajaron junto a nosotros y se dejaron sentir en Las Vegas,” reconoció Viera.