La temporada arrancó con Tom Brady suspendido por cuatro partidos y terminará con este jugador guiando a sus Patriots de Nueva Inglaterra ante los Falcons de Atlanta de Matt Ryan en el Super Bowl.

Mientras la mayor de las atenciones entre hoy y el juego de campeonato de la NFL el 5 de febrero estará centrada en el choque entre los mariscales Brady y Ryan, la verdadera clave del juego será cómo parean la libre ofensiva de los Falcons ante la laureada defensa de los Patriots.

Y vale recordar también que estos dos equipos están jugando su mejor football en el mejor momento del año.

El campeón de la AFC, Nueva Inglaterra (16-2), ha ganado nueve juegos de forma consecutiva e incluso no ha estado atrás en el marcador en un partido desde el 27 de noviembre.

Mientras, el titular de la NFC, Atlanta (13-5), suma seis triunfos en línea y ha marcado al menos 33 puntos en cada uno de esos triunfos.

“Disfrutaremos todo esto”, dijo Ryan luego de asegurar su primera participación en el Super Bowl luego de nueve temporadas en la liga. “Pero tenemos bastante trabajo por realizar de aquí en adelante”.

Brady y su entrenador, Bill Belichick, estarán buscando junto a los Patriots el quinto trofeo Lombardi de la organización y el segundo en tres años. Será la novena aparición del equipo en el Super Bowl, lo que es un récord de la liga. El equipo ha sido monarca absoluto de la NFL en el 2002, 2004, 2005 y 2015.

“Este equipo mostró mucha fuerza mental a través del año”, dijo Brady.

Los Falcons nunca han ganado el Super Bowl. El partido será su segundo juego de campeonato en la NFL, habiendo caídos derrotados ante Denver en su primer gran tazón en el 1999. Pero la organización nunca ha tenido antes a un quarterback tan bueno como Ryan.

El joven que es apodado “Matty Ice” se fue de 38-27 con cobertura de 392 yardas, cuatro touchdowns y cero intercepciones, al tiempo que sumó un touchdown corriendo para guiar a Atlanta a superar por 44-21 a los Green Bay Packers y Aaron Rodgers en el juego de campeonato de la NFC.

“Hicimos exactamente lo que hemos hecho todo el año y se siente increíblemente bien”, dijo Ryan luego de convertirse el domingo en el primer quarterback en la historia de la NFL en lanzar al menos para tres touchdowns en cuatro juegos consecutivos de postemporada. “Estaremos listos para el reto. De eso estamos seguros”.

El domingo también, Brady, de 39 años, igualó una marca del miembro del Salón de la Fama, Joe Montana, al lanzar al menos tres touchdowns en un noveno partido de postemporada para ayudar a los Patriots a superar por 36-17 a Ben Roethlisberger y los Steelers de Pittsburgh por el título de la AFC.

Las apuestas en Las Vegas ni siquiera esperaron a que el juego de los Patriots se acabara para ponerlos como un favorito para vencer a Atlanta por tres puntos en las apuestas.

Nueva Inglaterra abrió la temporada con un récord de 3-1 a pesar que tuvieron que arrancar el año sin poder conttar con Brady luego que tras perder una extensa batalla en las cortes fue obligado a cumplir una suspensión de cuatro partidos por su participación en el escándalo que pasó a ser conocido como el ‘Juego de los balones desinflados’ (Deflategate) y que según se determinó vio a los Patriots ganar el cetro de la AFC hace dos años jugando intencionalmente con unos balones que no tenían la presión necesaria, lo que le daba al Brady un mejor control del balón al momento de lanzarlo.

Durante el partido del domingo en Foxborough, Massachusetts, muchos fanáticos en las gradas se mofaron el Comisionado de la NFL Roger Goodell, quien impuso el referido castigo, al corear en las gradas “¿Dónde está Roger?, ya que este decidió asistir al partido en Atlanta. 

Pero por lo bien que jugó Brady, lanzando de 43-32 para 384 yardas, con tres touchdowns y cero intercepciones, en realidad fue la defensa de los Patriots la que ganó el juego.