Para Víctor Cruz, las celebraciones con unos pasos de salsa parecen haber terminado.

El jugador fútbol americano de sangre puertorriqueña, que saltó a la fama por bailar cada vez que anotaba un touchdown cuando vistió la camiseta de los Giants de Nueva York desde el 2011 hasta el 2017, fue dejado en libertad por los Bears de Chicago.

Cruz fue pieza integral cuando los Giants ganaron el Super Bowl de 2012 durante su segunda temporada en la NFL. Luego, firmó un contrato de cinco años valorado en $43 millones. Sin embargo, diversas lesiones limitaron su participación en el terreno y nunca pudo cumplir con las expectativas que acompañan un enorme contrato.

En el 2014 estuvo limitado a seis juegos y, luego, perdió toda la temporada 2015. Una vez regresó, su velocidad y explosividad no le acompañaron. Después de que los Giants lo dejaran en libertad, firmó un contrato como agente libre con los Bears.