Los caballos en las cuadras del hipódromo Camarero no están expuestos a coronavirus, aunque sí pueden contraer otras enfermedades o lesiones, de las que sus cuidadores tienen que estar pendiente por la inactividad que esta emergencia ha provocado en estos ‘atletas’, opinaron expertos en el tema.

El doctor José García Blanco dijo que la actividad de los caballos durante el freno de carreras se ha manejado correctamente en beneficios de éstos.

“Se actuó con premura”, dijo el veterinario.

García Blanco dijo que la actividad de los caballos es importante porque estos animales tienden a perder rápidamente su condición cardiovascular, muscular y ósea, lo que lleva a lesiones cuando compiten.

El veterinario dijo que sí existe un coronavirus equino, sobre todo en caballos jóvenes “que andan todavía al lado de sus madres”.

Y añadió que no ha habido un reporte en el mundo de un contagio a equino por el COVID-19 que está afectando al humano, o de un coronavirus equino que pase al humano.

“No se le pega a los caballos”, dijo García Colón, quien conoce del caso de coronavirus en felinos, como el que se reportó en el zoológico de Nueva York.

Mientras, Kelley Stobie, de la Caribbean Thoroughbred Aftercare (CTA), dijo que un millar de caballos están bajo buen cuido en las cuadras del hipódromo pese a que están propensos a enfermedades como cólico y laminitis por la inactividad.

“Hasta ahora todo está bien. Para mí, todo está bien”, dijo Stobie en base a lo que ha visto personalmente en las cuadras y a lo que le han comentado allí los cuidadores de caballos.

Las cuadras tienen cuatro personas asignadas por la Comisión de Juegos del Gobierno de Puerto Rico para velar por la salud de los ejemplares, dijo el director ejecutivo de la Comisión, José Maymó Azize.

Stobie, una inglesa residente en Río Grande, se dedica al cuido de los caballos de carreras tras el retiro de estos. En el 2017, Stobie y la CTA fueron reconocidas en los premios Eclipse por su trabajo salvando caballos que quedaron atorados en las cuadras de Camarero en el primer día tras el paso del huracán María.

Camarero y la Comisión han trabajado para que los caballos al menos salgan a la pista a galopar desde hace un mes. Algunos entrenadores sacan sus caballos lunes, miércoles y viernes, mientras otros lo hacen martes, jueves y sábado. Así practican el aislamiento. Durante ese tiempo, la piscina también ha estado disponible para los caballos.

La semana pasada, a los entrenadores les dieron permiso para brisear a sus caballos viernes y sábado.

La cuidadora reveló que sí hubo caballos puestos a dormir durante la emergencia, tanto por cólicos como por fracturas en las patas. Dijo que las muertes han sido normales en cuanto a cantidad para el estándar en la industria. A ese dato le hizo eco Maymó Azize.

García Blanco añadió que las cirugías han aumentado en este periodo porque los dueños de caballos han usado la inactividad de competencia para reparar sus ejemplares.

Stobie también dijo que los dueños de caballos le han puestos en sus manos dos ejemplares para su cuido en el CTA, que tiene base en Río Grande.

Camarero está en gestiones por reabrir operaciones de carreras para poner a mover la industria que solamente está viviendo de las apuestas online (ganadondesea.com) de carreras transmitidas aquí por simulcasting desde el estado de Flórida. La reapertura le vendrá bien a los cientos de caballos que no compiten desde hace más de un mes.