Las apuestas del domingo en el hipódromo Camarero alcanzaron $823,857.25, una cifra que la industria no veía hacía 9 años y que podría estar directamente atada al dinero de incentivos que tiene el pueblo en sus manos.

La comparativa es del domingo, 6 de marzo del 2011, cuando se jugaron $792.842.97, detalló el director ejecutivo de la Comisión de Juegos de Puerto Rico, José Maymó Azize, considerando que el 11 de marzo, como el domingo pasado, no hubo en calendario prueba de clásicos.

La mejoría en las apuestas es una señal clara del dinero de desempleo y del Cares Act, entre otros incentivos criollos o federales, repartidos durante la pandemia a la ciudadanía, dijo la gerente de Camarero Race Track Inc., María Mari.

“Eso está probado que es así. Hay mucho dinero en la calle. Estamos contentos con la jugada”, dijo. “Nos pasó igual luego de huracán María”.

Mientras, Camarero agregó que es la segunda cifra más alta desde el 2016 si se compara con días de carreras con clásicos en calendario. El domingo, 11 de diciembre del 2016, se jugaron $938,870.01.

Ese día del 2016 se celebró en Camarero la Serie Hípica del Caribe, que tuvo al nativo Arquitecto ganando con Irad Ortiz, hijo, la Copa Confraternidad. Otras cuatro pruebas de grado se celebraron ese día, incluyendo el Clásico del Caribe.

La cifra del domingo es la primera que supera los $800 mil en apuestas desde que las carreras reanudaron el 5 de junio, luego de una pausa de meses por la pandemia del coronavirus.

Los $823,857.25 se desglosan en $738,573.25 jugados en las siete carreras de Camarero, más $85,284.00 en apuestas a carreras de simulcasting, detalló Maymó. Hubo 396 agencias disponibles para jugadas. En las instalaciones de Camarero se jugaron presencialmente $39,842.50.

Las apuestas del domingo estuvieron cerca de duplicarse en comparación al primer día de reanudación de carreras el 5 de junio, cuando se jugaron $440,686.50.

Con o sin días de carreras con clásicos en calendario, la última vez que Camarero llegó al millón en apuestas fue en 2012, en ocasión a la Serie Hípica de ese año, cuando se jugaron $1,072.881.75. En esa edición, el nativo Arquitecto perdió por una cabeza el Clásico del Caribe.