Yokohama, Japón. México se quedó a un paso del podio en el torneo olímpico de sóftbol al caer el martes 3-2 ante Canadá en el juego por el bronce. Danielle Lawrie, con una labor de relevo de dos innings y un tercio en la que sólo cedió un hit fue una de las artífices del primer metal de las canadienses en la disciplina.

Cumplida su experiencia en los Juegos de Tokio, las integrantes de ambos equipos hablaron de que había sido el punto culminante de sus carreras. Pero al mismo asumían la realidad de que no habrá otra oportunidad de participar en unos Juegos al menos hasta 2028.

El Comité Olímpico Internacional sacó al sóftbol del programa de las ediciones de 2012 y 2016 y lo reincorporó para este año. Pero volverá a quedar fuera en París 2024.

“Creo que fue un injusticia terrible cuando se sacó al sóftbol en 2018”, dijo el mánager del equipo canadiense Mark Smith.

Lawrie (1-1), veterana del equipo que disputó los Juegos de Pekín 2008 y hermana del expelotero de Grandes Ligas Brett Lawrie, asumió el mando con corredoras en las esquinas en el quinto episodio y retiró a Victoria Vidales con un roletazo de out. Lawrie ponchó a cuatro, incluyendo a Brittany Cervantes para cerrar el juego.

Kelsey Harshman rompió el empate 2-2 en la pizarra en la quinta entrada con un elevado de sacrificio para las canadienses, que terminaron la fase de grupos con foja de 4-2, por detrás de Estados Unidos (5-0) y Japón (4-1).

En un juego disputado bajo una lluvia intermitente, Emma Entzminger adelantó a Canadá con un sencillo de dos carreras en el segundo episodio ante Danielle O’Toole (0-2), pero México vino desde atrás para igualar el marcador gracias a sencillos remolcadores de Cervantes en el tercero ante la abridora Sara Groenewegen, y de Suzy Brookshire en el quinto frente a Jenna Caira.

El equipo mexicano tuvo la peculiaridad que su nómina reunió a un grupo casi íntegro de jugadores que nacieron en Estados Unidos, pero con ascendencia mexicana.

“Pienso que ha sido algo histórico para nosotras como país”, dijo la torpedera Anissa Urtez. “Tuvimos que pasar por tantas cosas como equipo, adversidades, inconvenientes. Todo fue un inconveniente. Pero siempre fuimos un grupo muy unido... Nunca bajamos los brazos, y estoy sumamente orgullosa y feliz de haber lucido el México estampado en mi pecho”.

Estados Unidos y el vigente campeón olímpico, Japón, disputaban la final más tarde en el día.