El director ejecutivo de la Comisión de Juegos del Gobierno de Puerto Rico dijo que tendrá una reunión con la Caribbean Thoroughbred Aftercare (CTA) para conocer lo ocurrido con la yegua purasangre La Carmelita.

La yegua está bajo el cuido de la CTA luego de que personal de esa entidad la encontrara la semana pasada amarrada a un poste de teléfono a la orilla de una carretera.

“La semana que viene vamos a tener una reunión con Kelly. Hay una querella de maltrato y eso es ley”, dijo el director ejecutivo de la Comisión, Orlando Rivera Carrión, al mencionar a una de las fundadoras de la CTA, Kelly Amanda Stobie.

La situación requiere atención para no lacerar más la imagen del hipismo boricua, que el año pasado cayó en mal nombre con un artículo que hizo la reconocida revista Blood Horse por la peligrosa práctica de transportar caballos purasangre desde Estados Unidos a Puerto Rico por vía de barcos.

Rivera Carrión dijo que, según ha conocido en entrevistas con sectores de la industria hípica, La Carmelita pasó de un establo a otro por compra privada o como parte del proceso de reclamo. El segundo establo regaló la yegua a una finca, de donde La Carmelita fue hurtada y eventualmente encontrada en la calle por la CTA.

Mencionó que la Carmelita pasó de Fuentes Racing a otro establo que no pudo nombrar. Según la base de datos Equibase, La Carmelita pertenecía a Jormaly Racing cuando hizo su última participación en Camarero. Sería de Jormaly Racing que La Carmelita pasó a una finca privada, según el esquema que dio Rivera Carrión.

Rivera Carrión dijo que también se reunirá con la CTA para conocer con cuánta frecuencia los purasangres como La Carmelita quedan a merced de ciudadanos que no ofrecen un cuido adecuado para estos animales.

Según escribió en su cuenta de Facebook, la CTA alega que otros caballos viven la misma situación de La Carmelita.

“Este tipo de situación ocurre demasiado frecuente para los caballos en el hipódromo. Los dueños creen que sus caballos irán a un destino bueno, en el que se les proveerá cuidado adecuado, además de un tiempo correcto para que el ejemplar haga la transición entre sus vidas en las pistas y al retiro”, escribió la CTA.

Unos 1,200 caballos habitan en las cuadras de Camarero, en donde operan dos clínicas veterinarias.

La CTA se dedica a cuidar y encontrar otros destinos y funciones para los caballos de carreras retirados del hipódromo.