El destacado jinete boricua Irad Ortiz está en una encrucijada. Está teniendo que decidir cada día entre proteger a su familia en tiempo de coronavirus o volver a montar en busca de su tercer premio Eclipse consecutivo.

Pero por encima de todo está su familia, que se compone de su esposa, dos hijos y otro que viene en camino.

“Lo hago por mi familia más que todo”, dijo el jinete sobre la decisión que ha tomado de no montar durante la activa pandemia.

Ortiz anunció el 18 de marzo pasado que dejaría de montar para evitar contagiarse y ser foco de otros contagios en su familia.

Pero latente desde entonces en el ambiente de Ortiz hay unos factores que el jinete está obviando por el bien de la familia.

Por un lado, el trujillano que quería ser jinete desde que era niño está “loco” por regresar a montar. Le pica la vena tras una inactividad de un mes.

“Estoy loco por montar. No es fácil”, dijo.

Por otro flanco, el aún líder en dinero ganado y segundo en victorias, está perdiendo terreno en las estadísticas que a la larga deciden el premio Eclipse ante jinetes que se mantiene activos y que están cogiendo montas de caballos que serían suyos.

“No puedo pensar en eso ahora mismo. Cuando regrese, voy a trabajar para estar al mismo nivel en donde estaba”, dijo.

Y su base de competencia para esta época, el Belmont Park de Nueva York, informó este jueves que pospuso nuevamente su temporada de primavera y de verano.

Esa noticia dejó a Ortiz –y otros tantos jinetes– sin taller allí desde abril hasta julio, además de buscando otras opciones, como el activo hipódromo Gulfstream Park de Miami.

“No descarto virar (volver a montar), pero no por el momento. Si decido volver sería en Gulfstream”, dijo el residente de Miami.