Una segura, decidida y enfocada Ronda Rousey subió al escenario del Madison Square Garden en la ciudad de Nueva York ayer, viernes en la noche para cuadrarse ante quien la recibirá el 30 de diciembre con la misma fuerza que la coronó campeona de UFC: Amanda Nunes por el campeonato de las 135 libras.

Pero así como subió, con paso firme, rostro inmóvil y por supuesto, la elegancia que le caracteriza, abandonó el escenario de inmediato luego de que los fotógrafos presentes hicieran su trabajo.

Esta es la primera aparición de Rousey desde hace justamente un año, cuando fue despojada de su título y su autoestima tras perder contra Holly Holm.

Rousey ha pasado por muchas etapas en su proceso de recuperación, en su mente, tras haber tenido ideas suicidas y la recuperación de su increíble destreza en el octágono.

El combate de esta noche, estelarizado por Conor McGregor y el luchador de sangre boricua Eddie Álvares, es el primer evento masivo de UFC que se celebrará en la Gran Manzana.

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