Gracias a Dios que la serie final del Voleibol Superior Femenino no llegó al séptimo y decisivo juego.

De no haber sido así, la jugadora de las Criollas de Caguas, Karina Ocasio, tal vez no hubiese vivido para contarlo.

“Yo era una bomba de tiempo. Estaba por explotar, literalmente”, contó Ocasio a Primera Hora.

Pasada la serie, Ocasio tuvo que acudir de emergencia a un hospital y se requirió de toda una semana de cuidados en el lugar para reestablecer su salud física y emocional.

Ocasio fue dada de alta el martes, luego de complicaciones de salud que le comenzaron durante la temporada y que le explotaron al otro día de que ella y las Criollas ganaran el campeonato en seis luchados juegos ante las Changas de Naranjito.

Relacionadas

Como si fuera poco ayer, Ocasio dijo que le colocarían un yeso en su tobillo derecho para sanar un ligamento desgarrado y dos dedos fracturados del pie que dijo que sufrió durante el cuarto partido de la serie final.

Mirando hacia atrás, a una temporada de 38 encuentros, muchos de esos intensos, sin descanso alguno para ella, la Jugadora Más Valiosa de la temporada dijo que aprendió una lección.

“Abusé de mi cuerpo al 100 por ciento y de esta aprendí a que tengo que decir ‘no’”, dijo la jugadora de 32 años. “Debo escuchar más a mi cuerpo. Jugué lesionada, enferma, sin visitar al médico. Sabía que me iban a recomendar descanso. Pero en una temporada como la que viví no podía hacer eso” (descansar).

Ocasio dijo que no reveló al cuerpo técnico y médico del equipo la extensión de una bronquitis que padecía durante la serie final, la que degeneró en una atelectasia, que afecta el patrón respiratorio y puede provocar el colapso pulmonar.

Agregó que sacrificó su físico por su orgullo como atleta, por el bien de las Criollas, quienes jugaron la temporada regular limitadas a ocho jugadoras de un total de 15 espacios en el roster y que buscaban en la final su quinto campeonato consecutivo.

“Me atendí con Jun (Correa, terapista del equipo). Él siempre estuvo ahí para mí y muchas veces no le hice caso por cumplir con mi deber porque este equipo dependía mucho de mí. Y no me gusta mostrarme débil ante nada ni nadie. Prefiero bregar con mis cosas como siempre lo he hecho”.

Aunque la atleta solamente se señala a sí misma por la situación de salud que vivió, hay otros sectores del Voleibol Superior que podrían ‘legislar’ para que Ocasio no recurra y a que otras atletas no experimenten una fatiga física.

Primera Hora consultó al respecto con el apoderado de las Criollas, Furiel Ramos, porque sus gestiones para contratar jugadoras que al menos dieran un descanso a Ocasio en cancha llegaron únicamente en los playoffs.

Ramos indicó que tuvo las manos atadas por las reglas federativas a la hora de aumentar su roster de jugadoras, que no tiene culpa de que cinco jugadoras de las Criollas estuvieron participando en el exterior mientras corría la temporada regular.

El apoderado agradeció el esfuerzo de Ocasio y las Criollas,  y opinó que el Voleibol Superior puede ayudar si flexibiliza las reglas que enmarcan los rosters de cada equipo.

“Hay que tomar conciencia de que son jugadoras y que hay que protegerlas. Si nos permiten sustituir jugadoras que se van a participar en el exterior, por lo menos dos, podríamos ayudar a nuestras jugadoras”, sugirió.

Ocasio, mientras, añadió que valió la pena el sacrificio físico que vive, el que le ha costado compartir con su hija en estos días que se repone también de influenza.

Explicó que ganar las Criollas premió el sacrificio.

“Quería ser parte de la historia del voleibol de Puerto Rico y con Caguas lo he logrado. Estaremos en la historia para siempre”, dijo sobre el hecho de ser pentacampeonas. “Con bronquitis, influenza, tobillo roto, dedos fracturados, nadie me iba a impedir jugar con mi equipo en esa final”.