En su racha de cuatro campeonatos en el voleibol femenino, las Criollas de Caguas han vencido a cuatro distintos rivales con un dominio mayor cada año.

Entonces, la pregunta es: ¿Quién puede detener a las Criollas?

El ex jugador y analista, Gaby Acevedo, contestó que nadie por el momento. “No hay nadie por la forma en que Caguas se ha distanciado como club, como organización, como estructura”, dijo Acevedo.

“El más cercano en estructura es Ponce. Luego está Mayagüez, y el mismo Juncos. Pero se quedan cortos porque no tienen un andamiaje a largo plazo. Puede competir un año con Caguas, pero Caguas va a seguir adelante”, agregó.

Relacionadas

Según Acevedo, el dominio de las Criollas sobre el resto de la Liga es más grande que el que sostuvieron los Changos de Naranjito en el Voleibol en los ‘90 y 2000.

La más reciente versión de Caguas despachó la serie final en no solamente cuatro partidos, sino en 14 parciales, dos por encima del mínimo. En 10 de esos parciales, las rivales Valencianas no llegaron a 20 puntos.

El dominio de las Criollas ha anticipado el resultados de las finales, sobre todo en las últimas tres series. Es peligroso para el balance competitivo de la Liga y para su atractivo que un equipo domine el torneo como lo ha hecho Caguas.

¿Puede la Liga tomar medidas en favor del balance competitivo? Sí, contestó el exapoderado campeón de las Valencianas, Nesty Camacho, con un asterisco en cada medida.

“Hay una medida que es antipática, que es reducir la cantidad de reservas. Limitar las reservas a cinco y las reservas juveniles a dos”, dijo Camacho. “Pero el problema es que Caguas sigue produciendo jugadoras en sus categoría”.

“La otra medida es costosa, que es aumentar la cantidad de refuerzos, que cada equipo tenga cuatro refuerzos. Ahí balanceas, pero el problema es que en estos tiempos eso es difícil”.