Daly Santana y Pilar Victoriá han asumido una responsabilidad grande.

Sin esquinas veteranas convocadas para este verano, las jóvenes atacante levantaron la mano y dijeron “este es nuestro tiempo”.

“Es una oportunidad sumamente buena para nosotros. Somos jóvenes, pero hemos tenido experiencia. Va a ser un buen verano para, no solo ser líderes, sino iniciar un proceso”, dijo Santana.

La Selección Nacional ya lleva un año jugando sin Aury Cruz, quien se retiró de la Selección, y supo recién que tampoco contará este año con la esquina Stephanie Enright, posiblemente la jugadora de mayor nivel en la actualidad.

No solamente son bajas grandes, sino que ocurren en una posición crítica para Puerto Rico porque por ahí es donde más balones se atacan y donde empieza la ofensiva con la línea de pasadoras.

Pero luego de aprender con Cruz, Enright y el dirigente nacional Javier Gaspar, y de tener sus primeras experiencias en Italia, Santana y Victoriá no extrañarán a nadie o evadirán responsabilidades.

“Esa es la mentalidad. Pero a la misma vez estamos enfocadas en el ahora, en este crecimiento. Nuestro turno es ahora. Es cuestión de acoplarnos y seguir creciendo como equipo”, dijo Victoriá.

Santana, Victoriá y la Selección Nacional viajan este venidero martes a su primer evento del año: el torneo Challenger en Canadá que es clasificatorio para la Copa de Naciones, que sustituye al descontinuado Grand Prix.

Allí jugarán junto a jugadoras más veteranas como la opuesto Shirley Ferrer y la líbero Shara Venegas.

Gaspar ha visto el crecimiento de Santana y Victoriá mediante los resultados y las estadísticas que tuvieron en la temporada en Europa, y en la actitud que han asumido con la Selección. Por todo eso, ahora mismo él las aplaude.

“Las grandes jugadoras se distinguen por eso. Esperamos grandes cosas de ellas. Si no son las jugadoras más importantes del programa, son dos de las más importantes”, estableció Gaspar..

Ellas, por su parte, coincidieron en que esta Selección es distinta a la del ciclo pasado por la comunicación que hay entre todas las jugadoras.

“Hay que aceptar la realidad. Muchas veteranas han sido parte del proceso que nosotros comenzamos. Ahora estamos asumiendo esa responsabilidad. El equipo completo ha asumido esa responsabilidad. Si hay algo que sorprende de este equipo, es ver a Shriley, que no es esquina, comunicándose con el pase, con el servicio. Nosotras todas nos comunicamos. Es diferente”, dijo Santana con mucho entusiasmo.