Hay varios lemas para las candidaturas a la presidencia de la Federación Puertorriqueña de Voleibol y ninguno parece ser ‘La Sangre Nueva’.

En vez, los lemas de las candidaturas leen hasta el momento de la siguiente manera ‘A mantener el bote a flote’ y ‘El Regreso’.

El primero corresponde a la del incumbente César Trabanco, quien parece que sí irá a la reelección luego de haber dicho que ‘no’ en el 2019.

“Él nos ha dicho que irá a la reelección”, dijo una fuente con relación en la Federación.

Trabanco no confirmó a Primera Hora su candidatura, pero dijo que “contestará esa pregunta entre el lunes o martes, sin falta”.

Trabanco ocupó por primera vez la silla presidencial hace cuatro años sin ser necesario el proceso electivo porque el también candidato Elliot Matías se retiró de la contiende en el día de ir a las urnas.

El endocrinólogo de profesión ha dicho que no dejará que el “paciente (voleibol) se le muera en las manos” y parece que se mantendrá en el puesto para detener el voleibol del retroceso.

El segundo lema es para Carlos Beltrán, a quien se menciona en las canchas como candidato, y quien está de regreso al voleibol con la Confederación Norceca y la Liga de Voleibol Superior Femenina de Puerto Rico, pero quien dice que está “concentrado” en su trabajo con las Llaneras de Toa Baja del Voleibol Superior.

“Mi mente está en Toa Baja, entusiasmado. Mi mentalidad no está en eso ahora mismo”, dijo hace tres semanas.

Beltrán también es secretario general del Comité Olímpico de Puerto Rico.

Aunque dice que no mira a la reelección, Primera Hora estuvo el martes en el coliseo Rubén Montañez de Trujillo Alto para el partido de las Llaneras y las Amazonas y le preguntó a varios sectores del voleibol quién sería el próximo presidente.

La respuesta del sondeo informal siempre señaló a Beltrán, quien dejó de ser presidente de la FPV hace 12 años para convertirse en presidente del Baloncesto Superior Nacional y posteriormente de la Federación de Baloncesto de Puerto Rico.

Los candidatos tienen hasta el 4 de agosto para someter su disposición a correr para la presidencia. Las elecciones están señaladas para el 24 de agosto. Cada candidato necesita el endoso de tres apoderados.

Los apoderados de ambas ligas superiores son los votantes en la elección. La Federación tiene más representantes en su junta que los apoderados, como árbitros, jugadores de cancha y playa. Pero ninguno vota.

Trabanco tendría un sentimentalismo que acompañaría su campaña: el agradecimiento de los federativos por haberse metido las manos en el bolisillo personal para el funcionamiento de torneos, como la Copa Federación del 2017, y los viajes de algunas selecciones nacionales.

La candidatura del Beltrán evocaría los años 1990 y 2000 del voleibol, que bajo su presidencia vivió un crecimiento enorme. También haría recordar al malestar de apoderados de su federación por el salario que generaba en su puesto.

Esas dos posibles candidaturas no darían espacio a la sangre nueva, como ocurrió en la pasada elección, cuando el candidato que representaba la sangre nueva, Anthony Meléndez, se salió de la contienda luego de que Trabanco anunció la suya.

Como en el 2016 con Meléndez, quien trabaja con las Changas de Naranjito, ahora hay sangre nueva interesada en aportar nuevamente. Pero parece que esperarán estratégicamente.