Nueva York. La Fiscalía del estado de Nueva York presentó hoy al productor de cine Harvey Weinstein como un “monstruo depredador” en la apertura oral del juicio por cinco delitos sexuales contra él, argumentando que manipuló a seis mujeres para forzarlas en situaciones ocurridas a lo largo de dos décadas.

Durante unas dos horas, la fiscal asistente Meghan Hast expuso las historias de las dos denunciantes en las que se basa el caso, la ayudante de producción Mimi Haleyi y una aspirante a actriz de la que no se conocía el nombre y que es Jessica Mann, así como las de otras cuatro mujeres, entre ellas la intérprete Anabella Sciorra, que serán llamadas como testigos junto a una psiquiatra.

Sin omitir detalles de los encuentros, Hast señaló que Weinstein seguía un patrón de comportamiento en el que ponía “a prueba” a las jóvenes para aprovecharse de ellas y, aludiendo al “consentimiento” que alega el productor, recordó que cuando este se da, “no es necesario engañar” para tener relaciones sexuales.

A su llegada al tribunal Weinstein, atravesó una falange de cámaras y periodistas guiado por asistentes y abogados, pero sin el andador que ha estado usando últimamente tras un sufrir accidente automovilístico a mediados del año pasado y someterse a una subsiguiente operación de la espalda. Dijo a los reporteros que se sentía mejor.

El juicio por violación contra Weinstein, de 67 años, es considerado simbólico del ajuste de cuentas global ante los abusos sexuales perpetrados por hombres poderosos, y un momento cumbre para el movimiento #MeToo. Preguntado sobre si creía que tendría un juicio justo, el exproductor respondió afirmativamente: “Tengo buenos abogados”.

Más de dos años después de que las acusaciones contra el exmagnate del cine desataron un clamor que desembocó en el movimiento #MeToo, el juicio representa un momento histórico para los activistas que exigen una rendición de cuentas, el empoderamiento de las víctimas y la confrontación franca con la dinámica de poder en Hollywood y más allá.

El otrora productor poderoso de “Pulp Fiction”, que niega cualquier encuentro no consensual, podría ser sentenciado a cadena perpetua si es hallado culpable.