Las Vegas, Nevada

“Leí el libro y me obsesioné”, confesó el actor de 25 años el pasado mes de abril durante una entrevista en Las Vegas, meses antes de que el mundo finalmente pudiera ver la película, la cual finalmente llega a las salas de cine esta semana. Se trata de la galardonada novela de Donna Tartt, adaptada para el cine por Peter Straughan (“Tinker Tailor Soldier Spy”) y dirigida por John Crowley (“Brooklyn”).

“Me gusta como la película trabaja con objetos y cómo Theo, tras perder a su madre, prácticamente traslada el recuerdo de su madre a una pintura”, expresó el actor. “De la misma manera que nosotros hacemos con las cosas que heredamos y le damos importancia, Theo toma esta pintura y la protege como si fuera su madre. Cuando la pierde, siente como si lo hubiera perdido todo. Es interesante el valor que los humanos les damos a estos objetos”, nos dijo Elgort durante una rueda de prensa.

“The Goldfinch”, que debutó durante el Festival Internacional de Cine de Toronto en septiembre de este año, es descrita por Ansel como “oscura, pero esperanzadora”, a la vez que lamenta no tener respuestas más claras o directas. “Aunque pienso que eso también es bueno”, expresó el actor sobre la complejidad de la historia de Donna Tartt, la cual le imposibilita hablar en detalle.

Con  todo ese calibre detrás de las cámaras, y con figuras como Nicole Kidman y Jeffrey Wright frente a ellas, un proyecto adquiere cierta reputación de carnada de Oscar, aún cuando esa no haya sido la intención con el proyecto, mucho menos lo que pasaba por su mentes durante la filmación.

“Espero que no, porque nunca los gano”, bromeó Elgort sobre la idea de ser considerado para este tipo de reconocimiento.

La película, igual a la novela, explora la vida de Theo en varias etapas de su vida. Elgort interpreta la versión adulta del complejo personaje, quien pierde a su madre a temprana edad. La tragedia cambia el curso de su vida y lo lanza en una odisea de dolor, sentido de culpabilidad y redención. Durante su travesía, Theo se aferra, hipnotizado, a una pieza artística que lo conecta con aquel día fatídico: una pintura del siglo 17 llamada “The Goldfinch”.

“Mi Goldfinch es una película”, confesó el protagonista de “Baby Driver”. “Se llama ‘On the Waterfront’ del director Elia Kazan. Las pinturas también me gustan. Me gusta ir a museos y sentirme estimulado por el arte, pero ahora mismo estoy hipnotizado por el cine”, confesó Elgort, quien también aseguró que esta película representó un enorme reto actoral.

“A veces es necesario torturarte para interpretar un rol”, comenta Elgort sobre la preparación que conlleva un rol como este. “Pasé mucha hambre, lo cual no fue placentero. Intenté buscar esa ‘oscuridad interna’, que es un término bastante genérico, pero (Theo) es un alma que ha sido torturada y que vive arrepentido de la vida que lleva. Encontrar una manera de llegar ahí fue un gran reto”, añadió el actor.

Fue exactamente este reto uno de los atractivos principales para el actor de “The Fault in Our Stars”, cuyo rodaje lo llevó de vuelta a Amsterdam en un rol mucho más maduro que el que tuvo que interpretar para la adaptación del libro melodramático del autor John Green. Sin embargo, reconoció que no hay reto o sacrificio exento de consecuencias.

“No sé si es algo que quiera hacer siempre, porque definitivamente fue doloroso”, aceptó Elgort, aprovechando el momento para bromear sobre cómo no le cayó muy bien a su novia durante la filmación.

“The Goldfinch” se exhibe actualmente en los cines de Fine Arts.