Dirigida por Michael Dougherty (Krampus), Godzilla II: King of the Monsters es protagonizada por Kyle Chandler, Vera Farmiga y Millie Bobby Brown, como una familia dividida que trata de lidiar con la pérdida de un hijo luego de los eventos de Godzilla en el 2014. 

Rápidamente se percatan que sus problemas familiares son minimizados cuando unas antiguas superespecies vuelven a surgir a la faz del planeta y todos compiten por la supremacía, dejando la existencia de la humanidad en riesgo.

Mientras que la milicia y otras agencias del gobierno intentan erradicar el peligro global a través de artefactos explosivos, los miembros de la agencia de criptozoológica llamada Monarch intentan eliminar el riesgo de extinción humana a través del uso de un recurso no imaginable, Godzilla. 

Como sugiere el título, la película no decepciona al presentar un espectáculo de otros monstruos gigantes clásicos, como Mothra, Rodan y el terrorífico Rey Gidorah, mejor conocido en la película como “Monster Cero”. 

Sin embargo, al momento de estos monstruos dominar la pantalla, los actores principales, así como los de reparto, Ken Watanabe, Bradley Whitford, Sally Hawkins, Charles Dance, Thomas Middleditch y O’Shea Jackson, Jr. pasan a ser simples extras de fondo, quienes tratan de llamar la atención con citas graciosas. 

La trama representada entre los personajes, el cual también fue coescrita por Dougherty, se siente como el primer borrador de un guión. Los personajes, a pesar de dar un buen rendimiento, simplemente no cautivan dado al pobre libreto con el que tenían para trabajar. 

Por otra parte, si algo sí comprendía el director es la grandeza con la que debía representar a las criaturas. La película promete y cumple al no ocultar los titanes tras edificios y nubes de humo, sino dando al público un espectáculo grandioso de visuales y sonido que brota de la pantalla y casi se hace sentir como una machina de parque temático.

Godzilla II: King of the Monsters no es una película para buscarle lógica, y tal vez te haga cuestionar la importancia de los actores, pero definitivamente no decepciona en dar varias secuencias de peleas cautivantes con un espectáculo visual extraordinario.