Dependiendo de la fila en la que estuvieran la experiencia de comprar boletos para la serie de conciertos "Con calma", que Daddy Yankee ofrecerá en el Coliseo de Puerto Rico en diciembre, era diferente.

A eso de las 11:30 a.m., una hora y media después que abrió la boletería del Choli, la fila para comprar los ingresos en las ventanillas de "senior citizens" apenas pasaba de las escaleras de entrada del auditorio y fluía bastante bien. Así lo indicó Luis Fuentes, de Bayamón, que esperaba su turno junto a miembros de su familia. Luis llegó a las 9:00 a.m. al Coliseo y calculaba que en unos 40 minutos más estaría comprando sus boletos.

"(Estoy)  muy complacido como se está moviendo la fila, muy fluido y sin incidentes. Pero eso es en esta fila. Allá (la fila general) he visto más gente que cuando vine a comprar para Wisin y Yandel".

Del otro lado, la cosa no pintaba igual. La fila, aunque extensa, ya había disminuido pues al momento de abrir la boletería llegaba hasta el lado oeste del Coliseo. Aun así, el sol comenzaba picar y los ánimos no estaban para bromas. Por eso cuando un hombre fuera de la fila se acercó a las vallas, los gritos no se hicieron esperar. Allí, a pocos metros de llegar a las ventanillas, las personas que aun esperaban eran parte del amplio grupo que pernoctó para garantizar sus ingresos.

"Se ha colado gente que es un barbaridad y los policías ahí, sin hacer nada", explicó una mujer que declinó identificarse. "Han bregado mal. La seguridad no tenía la cantidad de gente para vigilar, para ir al baño hay que esperar. Aunque anoche nos trajeron pizza y esta mañana donas, y se agradece".

El individuo en cuestión, según indicaron personas en la fila, se acercaba para preguntar quiénes iban a comprar pocas taquillas y les daba dinero para que compraran algunas a él. De esa forma ya habría comprado varios boletos. Un agente de la Policía estatal y un miembro de la seguridad del Coliseo intervinieron con él, retirándolo del área.

"¡Que lo saquen! Muy bien hecho. Uno está aquí haciendo la fila como se debe y siempre hay un buscón", se quejó Armando Padial, de Río Piedras, quien dentro de la incomodidad que representa las largas horas de espera bajo el sol, estaba contento porque estaba próximo a adquirir los boletos para la tercera función del concierto.

"Yo creo que le rompe el récord a Wisin y Yandel", dijo cuando le dejamos saber que ya se había anunciado la cuarta función.