Londres. Paul McCartney guió a James Corden en un recorrido mágico y misterioso por su natal Liverpool para un segmento de "Carpool Karaoke" en "The Late Late Show". 

Entre canciones, McCartney autografía el muro de Penny Lane y visita la casa de su infancia. 

Corden luce evidentemente conmovido mientras McCartney cuenta cómo un sueño con su difunta madre llevó a la letra del clásico "Let It Be". 

El par termina en un bar, donde Corden sirve como barman y exhorta a los clientes a usar la rocola. Cuando uno lo hace, una cortina cae y revela a McCartney en el escenario con una banda.

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El músico cantó algunos de sus viejos éxitos e invitó a Corden a acompañarlo en el escenario para "Hey Jude".