La gente habla, la gente no sabe, la gente puede pensar… Esas son frases que se repiten en Noris Díaz, o Taína, como la siguen reconociendo, y a ella no le molesta.

Hay en sus palabras una preocupación constante por estar y quedar bien. Trata de llevar un control para que ni lo que diga o haga, o como se vea, le cause algún rebote negativo.

Es un ejercicio mental que ha tenido que canalizar hacia el entrenamiento físico para mantenerse activa, en lo personal y laboral, aparte de que es una de las principales recomendaciones que tiene de sus médicos.

Para su fortuna, el trabajo físico no es ajeno a ella. “La gente no sabe que yo corría maratones de pequeña y el que me entrenaba, trabajaba con boxeadores y a mí me gustaba el boxeo, y el voleibol. Siempre me gustaron los deportes, y es una de las cosas que hacía”.

Su voluptuosa figura, conocida popularmente por su participación como modelo en el terminado programa No te duermas (Telemundo), ha tenido unas transformaciones a causa de sus condiciones de salud (virus de inmunodeficiencia adquirida o HIV, y fibromialgia) que ha ido manejando a través del tiempo. En mayo de 2017 le operaron una cadena a causa de una necrosis avascular (muerte de las células óseas debido al poco flujo sanguíneo) que le requirió de reposo y posteriormente iniciar un tratamiento a base de terapias físicas.

Actualmente trabaja para continuar moldeando su cuerpo y minimizando los efectos secundarios que le causan algunos medicamentos, como es el depósito de grasa en ciertas áreas.

“A mí me gusta el cuerpo bien natural. Respeto a quien le gusta verse fisiculturista y toda la cosa, pero no es el cuerpo que a mí me gusta. A mí me gusta verme una mujer totalmente natural”, dijo.

Sus áreas más difíciles para rebajar y tonificar son los brazos, muslos y piernas, para lo que se deja llevar por la entrenadora Marisol Dávila.

Díaz, de 43 años, retomó la vida pública hace unos meses cuando se unió como comentarista al programa Dando candela. Su regreso al canal donde formó una personalidad pública le causó ansiedad, pero la reacción que ha tenido de sus compañeros y del público, la anima. 

Su vuelta a la televisión sobrevino a su retiro del templo, como ella dice, por una situación de la que prefiere no hablar para no “destruir”.

“Yo amo a Dios, sé lo que Dios ha hecho en mi vida, y claro que sí tengo mi relación con Dios. Él lo sabe, y el único que tiene que saber cómo estoy con él, es él”, puntualizó la expredicadora.

“Hay cosas que no las hablo porque no me gusta destruir unas cosas, y no estoy para eso, y hay cosas que la gente no sabe el por qué, pero tampoco lo voy a decir porque es algo que me sucedió y es con lo que he tenido que estar bregando”.

La situación que sea, indicó, ocurrió hace años, por ello tomó la decisión de alejarse.

Taína, aún nostálgica por el ambiente de unidad que experimentó entre sus compañeros en No te duermas, es cautelosa para hablar de su vida privada, y de la demanda que presentó ante el Tribunal Federal contra el intérprete urbano Anuel AA en reclamo de $5 millones por daños relacionados al tema Intocable, en el que se hace referencia a su enfermedad de HIV.

Una sonrisa tímida deja entrever que tiene pareja, aunque no lo admite. “Estoy bien”, fue su única respuesta.

 Confesó que cuando supo de su enfermedad, temió cómo sería en adelante su vida amorosa. “Pero antes de conocer una condición, conocen a Taína, así que me conocen como persona, y al conocerme, la condición pasa a un segundo plano”.

El prejuicio, comoquiera, lo ha experimentado. “A la gente le gusta robarle las ilusiones a las personas, y yo soy mujer, y en algún momento quiero tener un bebé, y me quiero casar, y que te roben esas cositas, claro que duele”.

 Lamentó que “la gente ha mirado más el número” millonario que le reclama al exponente de trap, que la raíz del asunto.

“La gente habla por hablar, pero es un número”.

Díaz mencionó que está “medicada” para mantenerse estable emocionalmente, y que no estaría dispuesta a aceptar una disculpa, porque “hay perdones que son obligados”.

“Nosotras pedimos mucha igualdad, y yo no soy perfecta, y no es que haya hecho las maravillas de la vida, pero he aprendido de la vida y si nostras queremos igualdad, las primeras que tenemos que reaccionar a eso somos nosotras”, expuso.

“Yo creo en toda la justicia, en la justicia que hay en el cielo, en la justicia terrenal, y sé que para la gente es chocante lo que está pasando conmigo y lo que estoy haciendo, pero tiene un propósito, y a lo mejor la gente no lo ve ahora, pero en algún momento lo van a ver”.