Madrid. Alejados de la pompa y el boato de la casa de Windsor, el príncipe Enrique y Meghan Markle celebran hoy el primer año de su hijo, Archie, ofreciendo una imagen solidaria del pequeño en la campaña de “Save the Children” que recauda fondos para los niños más vulnerables en esta pandemia.

Con motivo de la celebración del primer año de su hijo Archie, los Sussex han mostrado este miércoles a través de la redes sociales de “Save the Childen” un vídeo de su hijo que forma parte de una campaña para recaudar fondos para los niños más vulnerables como consecuencia de esta situación provocada por la COVID-19.

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Y, en lugar de fotos oficiales, han mostrado un vídeo en el que Meghan Markle lee a su hijo el cuento "Duck Rabbit!" (¡Pato Conejo!) sentada en un sillón blanco, con el pequeño en su regazo.

Lejos del protocolo al que se vio obligada desde que se casara con Enrique de Inglaterra, la duquesa de Sussex ha preferido para esta ocasión la comodidad y sencillez tanto para ella como para su bebé.

Vestida con una camisa vaquera con las mangas remangadas, pantalones cortos, el pelo recogida en una coleta informal y sin apenas maquillaje, se ha mostrado sonriente y relajada junto a Archie, que lucía un "body" blanco.

La sorpresa llega al final, cuando el pequeño balbucea su primera palabras y se escucha a Enrique y Meghan, gritar “¡Bravo, bravo!” con la emoción que caracteriza a unos padres primerizos.

El primogénito de los duques de Sussex celebra así su primer año de vida alejado de la cuna de los Windsor, doce meses en los que ha habido grandes transformaciones a raíz de la decisión de sus padres de dejar de ser miembros “senior” de la Familia Real británica

Archie, el cuarto nieto del heredero Carlos de Inglaterra y octavo bisnieto de Isabel II, celebra este primer año de vida confinado en la cálida California, destino elegido por sus padres tras su decisión de ser independientes económicamente de la familia real británica.

Desde el 1 de abril, este joven matrimonio y su hijo comenzaron a escribir una nueva hoja en el libro de su vida en Los Ángeles y han creado la organización benéfica Archewell, un nombre con un guiño a su primogénito que hoy, como no podía ser de otra manera, ha recibido la felicitaciones de su familia paterna.

El príncipe Carlos, su abuelo, le ha felicitado vía Instagram con una imagen realizada en blanco y negro, del día de su bautizo y un texto que dice: "Un feliz cumpleaños para Archie, que hoy cumple un año".

Los duques de Cambridge también le han felicitado con las siguientes palabras "¡Deseamos a Archie un primer cumpleaños muy feliz!", un mensaje acompañado de una foto de familia también de su bautizo en julio de 2019.

Y su bisabuela Isabel II, también se ha sumado a las felicitaciones: "¡Feliz cumpleaños a Archie Mountbatten- Windsor que hoy celebra su primer cumpleaños!".

Doce meses alejado del foco mediático

El pequeño nació en la más absoluta privacidad, alejado del foco mediático, no hubo fotografía a la salida del hospital como era costumbre en los miembros de alto rango de la familia, una decisión que supuso un antes y un después en la relación del príncipe Enrique y su esposa Meghan con los medios de comunicación británicos.

Con tan solo dos días, Archie Harrison Mountbatten-Windsor conoció a su bisabuela, la reina Isabel II en el castillo de Windsor.

Nadie se esperaba entonces el huracán “Megxit”, una decisión que dio un vuelco en la vida de este pequeño, quien en menos de seis meses ha cambiado tres veces de residencia en distintos países: Reino Unido, Canadá y, desde que estallara la pandemia del coronavirus, en Estados Unidos.

En este año, pocas han sido las apariciones públicas del pequeño Archie: Su presentación en el castillo de Windsor, su bautizo íntimo y secreto y su aparición en el viaje oficial que sus padres hicieron el pasado otoño por África en una reunión con el Premio de la Paz, Desmond Tutu.

Tras su gira por el continente africano, los duques de Sussex decidieron tomarse un tiempo de reflexión en Vancouver, lugar escogido desde el que mostraron una imagen mas de su hijo cuando tenía siete meses, hasta que el príncipe Enrique y su mujer decidieron ser económicamente independientes y liderar sus propias obras solidarias, lejos del palacio de Buckingham.