Yoyo Boing cuida con amor su Flor

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 15 años.
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“Duele, duele”. Así reconoce Luis Antonio Rivera, “Yoyo Boing” el terrible proceso que está viviendo desde que el pasado 15 de diciembre su esposa Flor de María sufriera un colapso de salud que la mantiene desde entonces en un estado semicomatoso.
Aunque en un principio optó por mantener silencio sobre esta crisis familiar, el animador de Puertorriqueñísimo, programa de tradiciones boricuas que transmite Puerto Rico TV, accedió a hablar con Primera Hora tras reconocer que el público que lo admira se ha unido en oración para suplicar por la recuperación de su esposa, con la que ha estado casado por 58 años y quien es la madre de sus siete hijos.
La esposa del artista ha sido diagnosticada con Alzheimer. Pero el amor de su extensa familia no le ha faltado pues entre su prole, sus nueras y yernos, se dividen el deber de la atención de Flor de María.
“Si soy lo que soy en mi trayectoria se lo debo a ella. Si mi esposa depende de mí ahora, pues por 58 años yo dependí de ella. Atenderla ahora es para mí un privilegio. Si soy lo que soy se lo debo a ella”, expresa emocionado.
Aferrado a su fe católica, Yoyo Boing reconoce que su familia y sus amigos se mantienen “rezando constantemente” por la salud de Flor de María.
“Estamos esperando que ocurra un milagro”, expresa para luego recordar los muchos años que él y su inseparable compañera se mantuvieron asistiendo a las misas dominicales de la Iglesia de Fátima, en Hato Rey. Conforme a su devoción, sigue haciéndolo solo, ya que su mujer está incapacitada, lo que le produce una gran “sensación de soledad”.
El no tener su esposa a su lado le produce a Luis Antonio Rivera “un gran vacío”. Y, sin el apoyo de su compañera constantemente, se siente aturdido. Esto ocurre en un momento en que, a pesar de su edad, tiene trabajo en desmasía, lo que agradece a Dios.
“Ya llegué a viejecito. Sin embargo, tengo trabajo en cantidad. Mantengo tres horas diarias en la radio, hago televisisión a diario y, afortunadamente, sigo contando con el favor del público que apoya mis programas”, afirma esperando “que ocurra un milagro” que le devuelva a su amada Flor de María, como cuando la enfermedad no la había lastimado.

