Siempre tuvo lo brazos abiertos para extender su ayuda y brindar su conocimiento a quien lo pidiera. 

La partida del promotor musical Rafael Viera, sin lugar a dudas, ha dejado una tristeza profunda en sus familiares y allegados de la clase artística. Pero saber cuánto fue valorado, y el cariño que despertó en muchos, le produce gran consuelo al productor Richie Viera en estos momentos de dificultad. 

“Mi papá era una persona con el deseo de querer ayudar a todas las personas. Eso fue algo muy genuino de él”, compartió el empresario con Primera Hora durante las exequias hoy en la funeraria Frankie Memorial, en Río Grande. 

Don Rafa Viera, natural de Aguas Buenas, falleció el pasado domingo a sus 90 años en su residencia en Río Grande, donde desde 2014 estaba al cuidado de su hijo, Richie Viera, tras sufrir un derrame cerebral. Sin embargo, se mantuvo lúcido hasta el último momento, según trascendió. 

“Tenía el don de que lo que tocaba, lo convertía en oro, y cuando le decían este tema no va a funcionar, él decía ‘no sé si tú escuchaste el LP completo, pero yo lo oí y el que va es ese’, y lo pegaba”, compartió con orgullo el productor sobre a quien llamaban “el comandante en jefe de la milicia salsera”.

De inmediato rememoró sus orígenes y cómo su oficio como sastre, en Nueva York, lo conectó con el mundo de la salsa. 

“Comenzó cosiéndole trajes a Tito Puente, a Machito, a Rafael Cortijo, a todos lo que iban al Palladium (Nueva York)”, destacó con orgullo. 

El féretro donde descansa el cuerpo del también fundador de la Casa del Coleccionista, la Catedral de la Música y Viera Discos, permanecía abierto, cubierto por una bandera de Puerto Rico. Arreglos con rosas rojas adornaban a cada extremo, mientras se escuchaba música de tango, uno de sus géneros favoritos. Una bandera de los Estados Unidos con el doblez en forma de triángulo, y un atril que sostenía una foto enmarcada del promotor posando con un saludo marcial, rememoraron sus días en la milicia.

Precisamente, los restos de Viera serán sepultados mañana en el Cementero Nacional en Bayamón. Pero antes, el cuerpo será expuesto en el Archivo General de Puerto Rico y Biblioteca Nacional, en San Juan.

“Me duele mucho. He llorado. Lo extraño mucho porque fue un padre excelente conmigo y con todos mis hijos. Fue mi amigo”, dijo emocionado el empresario. “Siempre nos enseñó respeto, a ser personas honestas”, reiteró sobre quien se desempeñó cerca de tres décadas con el sello la Fania. 

El cantante Sammy Marrero, quien llegó a la funeraria para rendirle sus respetos, valoró al amigo que por años encontró en él. “Siempre me ofreció su amistad, toda la vida. Lo único que yo recuerdo malo es que no pude hacer más por él”, lamentó. “Si hay una persona que fue noble conmigo, fue él”, rememoró, y bromeó con la idea de que “reine en el cielo con los amigos que se reúne, y me guarde un lugarcito para mí, para cuando me toque, formamos la rumba”. 

Por su parte, Migdalia “Millie” Viera, una de sus hijas, manifestó entre lágrimas que “mi mamá murió a mis 10 años. Él siempre estuvo para nosotros. Es una pérdida muy grande, un padre muy especial, muy querido”. Al resaltar su compromiso por servir y tender la mano, compartió entre risas que “cuando trabajaba de sastre, muchos de estos músicos cuando empezaron le cogían los trajes fiaos, y no le pagaron nunca”.

A su vez, Rafael Viera, hijo, resaltó su determinación para salir adelante. “Él creyó en él para levantarse. Por eso todos los premios que ganó. Me hacía reír con sus ocurrencias”, dijo el mayor de 11 hermanos.