Roy Brown reconoce que entró al vegetarianismo como parte de una moda. 

“El vegetarianismo se convirtió en una especie de moda entre las nuevas generaciones, los artistas, en Nueva York. Me mudé para Nueva York en 1977, y muchos nuevos amigos eran vegetarianos. Cuando me fui del País, ya tenía la idea de ser vegetariano, pero allá era fácil serlo porque había un movimiento, había restaurantes vegetarianos. Porque lo difícil del vegetarianismo es que la cultura nuestra no ha enfatizado en eso, aquí todo es fritanga, carne y pues no se fomenta. Uno tiene que aprender a adquirir una cultura de cocina nueva, y esa es la parte difícil para mucha gente”, relató.

El artista da fe de lo beneficioso que ha sido adquirir ese estilo de alimentación en su vida.“La vida del músico es inestable y uno no come bien, se amanece y quizá uno bebe demasiado alcohol. Así que dentro del caos asumí una disciplina que me protegió. Me ayudó a sobrevivir y seguir cantando a los 70 años”.

 El cantante recuerda con mucha claridad el día que fue a la casa del escritor para enseñarle las canciones  del proyecto.

“Fuimos a casa de don Juan y doña Consuelo, y recuerdo que era un lugar edénico, en el mismo pueblo de Guaynabo rodeado de edificios en construcción. Entrabas por un sendero y llegabas a esta casita chiquita rodeada de amapolas. Era  como estar  en Alicia en el país de las maravillas. Un sitio con olor a libro viejo, a madera, a piano. Tocamos las canciones y él se emocionó mucho”, recordó.   

 Roy presentará A 40 años de Distancias, el concierto, el 7 de mayo en el Teatro Tapia

“Va a ser un concierto acústico, con mucha madera, pero vamos a incluir ballet. Vamos a hacer unas coreografías de tres canciones que van a ser más desde la perspectiva indígena”, adelantó.