Levantar el ánimo y avivar la fe durante momentos de dificultad fue la intención de la banda cristiana Revolución en la Ciudad a través de la balada pop En el suelo. 

“La canción toca la vida de cada uno de nosotros, que realmente en algunos puntos de la vida pisamos el suelo, tomamos una decisión que no nos fue bien, y caemos, pero de ahí nos levantamos”, resaltó Luis González, líder y voz principal del grupo, que completan Angélica Rodríguez, Gabriel Montañez, Erick Colón, Steven Rodríguez, Edber Padilla y Geraldo González. “De eso se trata, de que el Señor nos da la mano y nos levanta del suelo si hemos fracasado, si hemos tenido decisiones en la vida”. 

El tema forma parte del álbum Avívanos, que incluye ocho temas de su autoría, y que tiene un significado especial al tener en cuenta la demora de su producción. “A la edad de 15 años, cuando empiezo a cantar, recibo una palabra de parte del Señor que me dijo que iba a grabar un disco e iba a sonar en las emisoras del País. Después de 20 años se cumple esa promesa”, confesó emocionado el artista sobre la producción, disponible a través de las plataformas digitales. “Fue una larga espera, escribiendo canciones, esperando cuándo será el momento, hasta que todo se dio gracias al Señor”. 

Sin embargo, dentro de las dificultades para materializar su sueño, que incluyó la limitación económica para la creación del álbum, el cantante natural de Guayama analiza que todo obró por una razón positiva. “Fue la manera en que el Señor nos fue llevando, que cambió este grupo, que se encargaba de cantar en las iglesias, entonces nos sacó de las cuatro paredes y nos llevó a cantar en comunidades, en residenciales, en los lugares donde han sido olvidados, de gente desventajada. Entonces hubo un cambio de ese grupo que comenzó a salir a las calles a repartir esperanza”, valoró el artista de música sacra. 

Pero de la experiencia de llevar su fe fuera del templo, el intérprete no solo deriva la satisfacción de infundir ánimo, sino también, de aprender. “Eso ha hecho que nuestro corazón se sensibilice, que pueda ver la necesidad de otra manera, no pasarles por el lado y olvidarlos”, reflexionó. “Nos detenemos a escucharlos. A veces con solamente escuchar veíamos un cambio en sus rostros, porque a veces no hay nadie que esté con ellos y les diga ‘qué te pasa’, ‘qué te sucede’, ‘¿necesitas ayuda?’. Y esas cosas han sido las que han cambiado nuestro corazón. Ellos piensan que los cambiamos con el mensaje, pero ellos también nos cambiaron a nosotros”.