Un mínimo de 15 horas diarias de dedicación suele ocupar la agenda de Kiara Liz Ortega Delgado desde su coronación como Miss Universe Puerto Rico 2018 el pasado 20 de septiembre. Ni el descanso ni el ocio asoman mucho como parte de su rutina. Sin embargo, la sonrisa no se borra de su rostro, ni el brillo en su mirada cuando habla de lo mucho que anhela sorprender a su tierra con el logro de convertirse en la reina del certamen internacional.

“Estoy cogiendo clases desde temprano, desde las 7:00 de la mañana hasta las 9:00, 10:00 de la noche todos los días. Es una preparación que a veces las personas no ven, es bien trabajoso, pero me gusta, son cosas nuevas que no he experimentado antes”, compartió la beldad, quien toma lecciones de baile, arreglo personal y proyección, entre otras.

“Creo que son muchas cosas, pero todo este tiempo y toda esta preparación tiene un cometido y estoy trabajando arduamente para tratar de traer la sexta corona a Puerto Rico, y eso vale la pena”, expresó enfática la reina de 25 años sobre su meta por sobresalir en el certamen en Tailandia en diciembre próximo.

A un mes de su coronación, Kiara no deja de asombrarse de cada vivencia que deriva.

“Es mejor de lo que yo esperaba. Es una experiencia bien bonita, sentir el amor del pueblo. Creo que tener una corona no te hace una reina. Es tener ese cariño del pueblo de Puerto Rico, que yo lo he sentido todo este tiempo incluso antes de ser Miss Puerto Rico. Ahora que lo soy, lo siento más y es bien bonito contar con ellos, cada vez que me encuentro a alguien siempre me da los buenos deseos, me dan mil bendiciones, y es bien bonito que las personas se sientan orgullosas de tener una representante como yo. Eso me alegra mucho”, destacó con una amplia sonrisa la joven, que mide 5’ 7” de estatura.

A principios de octubre, la representante de Puerto Rico estuvo en Francia como invitada de la compañía de belleza L’Oréal, y tuvo la oportunidad de presenciar varias pasarelas durante el Paris Fashion Week.

“Fue una experiencia inolvidable. Nunca había ido a París. Fui por primera vez a Europa y fue increíble. Fui backstage (tras bastidores) y también vi el fashion show de diseñadores muy importantes”. También, a bordo de una embarcación, pudo presenciar el desfile sobre agua de 12 diseñadores asociados con L’Oréal Paris, entre ellos Balmain, Elie Saab, Esteban Cortazar e Isabel Marant. “Todo fue bello, fue mágico. Todavía no creo que viví todas esas experiencias”, expresó emocionada.

Por otro lado, además de la confianza de sus padres, el apoyo de su novio, Álex Carrillo, resulta valioso en estos momentos de preparación y de compromisos en los que el tiempo no sobra como los días previos a ser coronada. “Va bien (la relación). Creo que antes de haberme convertido en Miss Puerto Rico ya había una preparación bien ardua y era tiempo que ya estaba comprometido. Ahora ser Miss Puerto Rico y estar preparándome para Miss Universe es un poquito más de tiempo comprometido, por decirlo así, pero muy bien. Él siempre me ha apoyado mucho en todas las decisiones que yo tomo en mi vida”, mencionó Kiara, quien tuvo la oportunidad de desfilar en la edición reciente de San Juan Moda para Eclíptica, Gustavo Arango y Luis Antonio.

Kiara Ortega, Miss Universe Puerto Rico, se encuentra tomando cursos con Sara Pastor como parte de su preparación para el certamen internacional. (Vanessa Serra Díaz vanessa.serra@gfrmedia.com)
Kiara Ortega, Miss Universe Puerto Rico, se encuentra tomando cursos con Sara Pastor como parte de su preparación para el certamen internacional. (Vanessa Serra Díaz vanessa.serra@gfrmedia.com)

Perfecciona su proyección

Uno de los talleres que mantiene su atención es el de proyección y comunicación, a cargo de la actriz Sara Pastor, quien cuenta con un título como Profesional Coach Certificate por la International Coach Federation.

La también profesora explicó que “lo que le estamos haciendo es enseñándole un poquito más sobre cómo expresarse de una forma más universal, prepararla a la hora de dar una imagen de lo que es ella, entrenarla para que no se asuste con diferentes niveles de preguntas y diferentes estructuras”. Al hablar sobre su experiencia en el entrenamiento, elogió varios aspectos que resaltan de Kiara como estudiante.

“Me gusta porque es dócil, le gusta aprender y está muy enfocada en lo que tiene que hacer. Tiene ese puntito de que no se conforma, sin ser rebelde, pero es curiosa. Y pregunta siempre, y eso es una característica maravillosa”. La artista también resaltó que “es muy sensible ante el dolor humano, ante la injusticia, son cosas que la motivan”.

De este proceso de aprendizaje, la reina compartió que “lo más difícil que se me ha hecho es controlar un poquito más mi opinión, como que tengo que tener un poquito más de filtro al decir las cosas. A veces mi opinión puede ser bien chocante porque me molestan mucho las injusticias, y cuando me exponen en una situación que está pasando aquí en Puerto Rico, que está pasando en el mundo, a veces como que soy explosiva y tengo que controlarme, y eso es algo en lo que estamos trabajando”.

No le encantaba la idea

Kiara compartió que sus padres viven junto con ella la emoción de su reinado. Sin embargo, confesó que no siempre su madre, Beatriz Delgado, se sintió a gusto con su determinación de competir.

“Mi mamá al principio de todo esto no estaba muy contenta con la idea, porque siempre ha sido una persona sobreprotectora. Somos tres hermanas y ella estaba solita con nosotras y siempre era la gallina defensora. Cuando empecé en esto no le gustaba que yo iba a estar más expuesta y que las personas van a criticar, a veces van a haber personas que siempre van a querer hacer daño, y no estaba contenta”.

Sin embargo, se ha ido acostumbrando a la nueva realidad de su hija.

“Ella había visto mi desempeño, las ganas que yo tenía de lograrlo, la disciplina que yo desarrollé. Creo que ella no había visto que yo había tenido esa disciplina en algo que yo quería antes, y ella me apoyó. Ahora está súper contenta”, aseguró la joven natural de San Juan, quien añadió que “siempre he querido hacer sentir a mis papás orgullosos”.