Después de verse con las manos vacías, el actor Carlos Merced está involucrado en varios proyectos en la ciudad Kissimmee, en Florida. 

El artista ocupa sus horas como maestro de francés en una escuela intermedia, representante del área de mercadeo y redes en Melao Bakery Restaurant y actor de teatro.

Merced retomó su faceta de educador a tiempo parcial. “La escuela está cerca de casa. Los idiomas son mi pasión”, dijo quien además sabe portugués y francés.

Sobre su integración al restaurante, comentó que aceptó la invitación del matrimonio, compuesto por sus amigos Eduardo Colón y Janira Torres. Además, este espacio de comida se ha convertido en el punto de encuentro de la comunidad puertorriqueña, lo que le fascina.

“Me dijeron si podía estar unas horas con mercadeo y redes y ahora también los represento en radio, prensa y televisión. Es un lugar de ambiente familiar. Allí, me he encontrado con gente que eran mis vecinos, ex compañeros de clases. Todo lo que encuentras en una repostería puertorriqueña, lo encuentras allí: pastelitos de guayaba, pasteles, arroz con gandules, mondongo, sancocho. Les falta vender limbers”, comentó quien se estableció hace ocho años en esa ciudad.

Además, el actor forma parte del elenco de la pieza “Yo me quiero divorciar”, del productor Edwin Ocasio, que se presentará en abril en Florida. Dijo que compartirá escena con las actrices puertorriqueñas Sara Pastor, Noelia Crespo y Lourdes Robles, además de varios artistas establecidos en Florida.

Se visualiza de vuelta en Puerto Rico

Carlos Merced aseguró que la falta de empleo, la crisis económica y la criminalidad no le quitan los deseos de regresar a su país. “Cada vez que voy a trabajar, me quiero quedar. Creo que en algún momento voy a regresar. No ahora, porque la nena está en la universidad y es más difícil. Pero no soy de los que no quieren volver nunca. Contemplo regresar”, indicó.

“Sé que los talleres de los actores están limitados, pero no podemos perder la fe y en algún momento podremos retomar y Puerto Rico volverá a ser la Isla del Encanto”, añadió quien tiene planes de viajar en octubre, aunque está dispuesto a pisar suelo boricua antes, si le ofrecen algún trabajo en la isla.

Muy bien de salud

El comediante aseguró que continúa en buen estado de salud. Hace cinco años, al artista se le efectuó un trasplante de hígado.

“Estoy bien. Ahora las citas son anuales y los estudios de sangre, cada tres meses, aunque tengo dosis de medicamentos por vida, pero se han ido reduciendo. Me siento muy bien. Tengo licencia para comer lo que quiera y por eso mismo gané 90 libras. Pero ya empecé un régimen de dieta”, expresó el actor, quien de esas 90 libras ya ha rebajado 18.

Sobre la posibilidad de hacerse una cirugía bariátrica, como su esposa Lesbia Feliciano, dijo que prefiere modificar su dieta. “Lo he pensado, pero basta de operaciones. Cuando me lo propongo, tengo fuerza de voluntad”, dijo.