Gratitud, emoción y una alta expectativa se percibió esta mañana dentro las decenas de jóvenes universitarios, de distintos pueblos de la isla, que acudieron al llamado para conseguir boletos para el famoso musical “Hamilton” a un costo de $10.

La fila comenzó desde tempranas horas en el día de ayer, martes, pero no fue hasta cerca de las 7:30 a.m. de hoy que se abrió la boletería. Todo transcurría a un ritmo tranquilo y ágil, pero las reacciones de quienes salían del vestíbulo del Centro de Bellas Artes en Santurce, eran de alegría pura.

A las 10:00 a.m. los boletos para estudiantes habían terminado. (gerald.lopez@gfrmedia.com)
A las 10:00 a.m. los boletos para estudiantes habían terminado. (gerald.lopez@gfrmedia.com)

“Pienso que va a ser algo majestuoso”, expresó Kevin Quiñones, estudiante del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR), quien a las 7:50 a.m. ya tenía en mano su boleto, al igual que sus amigos, también estudiantes, Marcos de Jesús y Ariel Barbosa. El trío se ubicó en la fila desde las 9:00 p.m. de ayer, apenas había dormido, pero eso no le importaba.

Gabriela Amaya y Andrea López, de la UPR en Arecibo, llegaron a las 4:00 a.m., y cuatro horas después habían logrado su objetivo. “Es una experiencia única”, dijo López al resaltar la oportunidad que se le dio a 1,000 estudiantes de obtener un boleto a $10. Para ello cada uno debió mostrar su identificación de estudiante y un programa de clases vigente.

Unos que por poco poco no lograban su entrada para la función de la 1:30 p.m. de hoy fueron Armando Cortés y Adrián González, de los recintos de Ponce y Río Piedras de la UPR, respectivamente. Los dos llegaron anoche, pero no llevaron consigo las identificaciones sino otros documentos oficiales que validaban ser estudiantes activos. No obstante, según explicó Luis Miranda, padre del actor y dramaturgo Lin-Manuel Miranda, se les exigió a todos los requisitos básicos debido a la demanda de estudiantes.

Afortunadamente los dos estudiantes lograron el pase que tanto anhelaban, y en sus rostros reflejaron una expresión de victoria.

La fila comenzó desde tempranas horas en el día de ayer, martes. (gerald.lopez@gfrmedia.com)
La fila comenzó desde tempranas horas en el día de ayer, martes. (gerald.lopez@gfrmedia.com)

Ana Cristina González, de la UPR en Río Piedras, y John Rosa, de la Universidad Interamericana en Bayamón, tardaron apenas tres horas en tener los boletos que esperaron desde el mismo momento en que se anunció el traslado a la isla de esta gran producción de Broadway.

“Espero mucha calidad. Estudié teatro y sé que se va a dar calidad, porque él ha estado dejando su corazón en el escenario”, manifestó la joven, a lo que su acompañante agregó que le pareció “genial” el acceso que estaban teniendo los estudiantes.

A las 8:16 a.m. se habían repartido 790 boletos, del total de 1,000, y la fila estaba sumamente cómoda. Quienes llegaban se dirigían de inmediato a una guagua donde se le revisaban los documentos, se les asignaba un número y de ahí a recoger el boleto.

Luis Miranda estuvo en la Plazoleta Juan Morel Campos desde antes de la 7:00 a.m. y llegó con las manos cargadas de donas que repartió mientras se acercaba a la fila que desde anoche bordeó los predios de Bellas Artes por la avenida Ponce de León.

La reacción de interés y emoción que ha despertado entre los estudiantes, como entre el público en general, la obra de su hijo era precisamente lo que ambos querían.

Luis Miranda repartió donas a los alumnos que hacían la fila. (gerald.lopez@gfrmedia.com)
Luis Miranda repartió donas a los alumnos que hacían la fila. (gerald.lopez@gfrmedia.com)

“Nosotros siempre sabíamos y mi hijo ha estado insistiendo desde que decidimos venir a Puerto Rico que él quería que esta experiencia estuviese al alcance de todo el mundo”, afirmó el progenitor, quien ha estado al frente, junto al productor Ender Vega, de concretizar la puesta en escena local.

“No hay manera de describir el amor que el pueblo de Puerto Rico ha sentido por Lin-Manuel y lo ha demostrado de tantas y tantas maneras, desde la ovación cuando todavía él ni ha abierto la boca para decir nada en el musical hasta todos los regalos, y los tuits, de verdad que es imposible describir cuan orgulloso nosotros, mi esposa y yo, nos sentimos de nuestro hijo, y cuan orgullos se siente Lin-Manuel”.

“Hamilton” se presentará en la Sala de Festivales de Bellas Artes hasta el 27 de enero, y el hecho de que ya sea un realidad es una clara demostración de que es posible gestar y atraer producciones de esta envergadura.

“Una de las razones por las cuales queríamos venir era demostrar que Puerto Rico tiene la capacidad de darle un abrazo y aceptar una producción de esta magnitud”, puntualizó.

A las 10:00 a.m. los boletos para estudiantes habían terminado y la fila comenzaba a formarse nuevamente, pero ahora para las personas interesadas en comprar boletos.