Las jevas no defraudan. En la octava temporada, el cuarteto integrado por Lucienne Hernández, Marisé “Tata” Álvarez, Isel Rodríguez y Lourdes Quiñones vuelve a hacer un retrato liberador de las vivencias femeninas sirviéndose de temas y situaciones tan comunes como el talento de ellas para maquillarse mientras manejan o la frustración de las amigas cuando el jevo de alguna les daña el “Girls Night Out”.

La nueva temporada comenzó el jueves con una función a beneficio de la fundación Susan G. Komen, que celebra sus 15 años de servicio en la isla. Fue una apertura a casa llena. Mujeres de todas las edades -muy pocas acompañadas por caballeros- gozaron de inicio a fin, dejando saber su aprobación con reacciones espontáneas como “Esa soy yo”.

Las chicas de Teatro Breve arrancaron con una versión propia del tema de Jennifer López, El anillo, que en este caso se convertía en un grito de liberación para las mujeres: ¿Y el jangueo pa’ cuándo?

Tata Álvarez hizo su esperada rutina de stand up, llevando en sus pechos dos corazones brillantes, como parte de la concienciación para la prevención del cáncer de seno. Elaboró esta vez sobre las técnicas que usa para maquillarse sin soltar el guía, las dificultades que enfrenta para contarle sobre su última conquista a una amiga que “está para ella”, pero al mismo tiempo para los hijos, y de cómo está logrando escaparse de las fiestas sin despedirse.

Las Housewives de Miramar quisieron botar la casa por la ventana produciendo su propio talent show inspiradas en la historia de Disney, Frozen. El problema fue que “Awilda” (Quiñones) no aceptó ser “Olaf”, sino el Che Guevara. Este sketch tuvo de invitada la actriz Cristina Soler con una acertada interpretación de la monja directora del colegio al que acuden las hijas de estas madres fáciles de encontrar en cualquier escuela privada.

(Suministrada)
(Suministrada)

Isel Rodríguez como el cartero de UPS en el sketch del Airbnb se la comió, como se diría comúnmente. Su calco de la gestualidad y del lenguaje corporal y verbal masculino es tan exacto que hace de su interpretación una totalmente creíble.

Es la actriz quien se destaca a lo largo del show, logrando una personalidad definida para cada uno de sus personajes.

“Luna” y “Vicky” se hicieron eco de las mujeres que sufren de no haber conocido primero a los amigos de sus jevos. Quizás serían más felices. “Guanina” anticipó una poesía poderosa, cargada del coraje que dejó el Huracán María, entre otros sucesos de la cotidianidad socio-política local. Pero esta vez no fue tan impetuosa como suele ser.

El estreno de esta temporada es el sketch La Factoría. En ese club se reúnen las amigas en lo que supone ser una noche de chicas, pero, como pasa en muchas ocasiones, el novio de una de ellas llega a matarles la emoción.

En ese encuentro una celebra la ausencia del marido, otra teme que se le baje la copa menstrual, la amiga de Nueva York llega entusiasmada a enseñar a la “belleza” de hombre con la que está saliendo y la última trata de remediar los errores de su pareja, interpretada por el libretista y actor Mikephillippe Oliveros. Con él se alude livianamente al movimiento #MeToo originado por las mujeres de Hollywood en contra del acoso sexual.

Noche de Jevas continúa funciones hasta octubre en el Teatro El Shorty en Santurce.