La comedia se reconoce como uno de los géneros artísticos más complejos de ejecutar y en estos tiempos lo es todavía más.

Movimientos sociales internacionales en defensa de los derechos humanos y en contra del machismo, de la violencia de género, del racismo o de la xenofobia han servido -a paso lento- para fomentar una comedia menos estereotipada y más inclusiva.

El comediante Raymond Arrieta lo reconoce así y con el paso del tiempo muchos de los personajes que hacía en el inicio de su carrera se fueron quedando el camino. Dijo, incluso, que a veces revisa los vídeos de sus trabajos en la década del 90, por ejemplo, y no le dan risa. También tiene otra madurez.

“Cada vez se hace más difícil hacer comedia. Ya los tiempos de Diplo (Juan Rivero), que se pintaban la cara de negro, o de ‘Pirulo, el Colorao’, ya esas cosas no se pueden hacer por el movimiento del blackface (que rechazó la pintura en los rostros para representar la raza negra por considerarlo racista)”.

Un personaje como el comentarista homosexual “Florencio Melón Pujals” no tiene ahora el mismo espacio en el gusto de la gente que tuvo a inicios de los años 2000, por ejemplo. Tan así, que Arrieta le llegó a cambiar el estilo y casi no lo hace.

“Uno lo hace con la única intención de entretener, no es de ofender. En la comedia todo es una exageración... Por eso me gusta hablar mucho de las cosas que me pasan porque soy yo”.

Su próxima oportunidad para entregarse al público sin el resguardo de un personaje se le dará con el nuevo espectáculo de “stand up comedy”, Viene vira’o, que inicia funciones el viernes, 1 de marzo, en el Centro de Bellas Artes de Humacao.

Desde ese escenario compartirá una selección de las vivencias que lo han marcado en los pasados cuatro años, realidades que comienzan a hacerse más familiares para las sociedades como el cannabis medicinal y la hidroterapia, y todo lo que pasa en torno a los celulares.

No faltará la recreación en primera persona de lo que sufrió cuando le atacó el dolor de apéndice en medio del huracán María (2017), como tampoco las imitaciones, parodias y algún sketch.

“No me gusta trabajar todos los años un stand up, porque me gusta hablar de las situaciones que me pasan y hay situaciones que he pasado que la gente no sabe y las cuento allí, otras me las achaco yo, pero me gusta vivir experiencias y poder plasmarlas en el escenario, porque siempre pienso que mi vida es una comedia”, comentó el artista en una pausa en los ensayos en Astra Studio, en Hato Rey.

“Es un show bien variado, porque aunque sí tengo imitaciones, incluyo parodias, una pantalla con vídeos y van a estar pasando ciertas cosas allí, tengo un sketch que se va a hacer allí, o sea, que me voy a convertir en un entertainer, porque no será solo pararme a hablar”.

Una novedad en las imitaciones será su versión del trapero Bad Bunny en el tema Estamos bien, y las de tres salseros que sonaron fuerte en sus años de juventud. Tito Rojas toma parte en ese trío.

Esta producción de TM Entertainment va dirigida al público mayor de edad y tendrá una duración estimada de dos horas.

Lo acompañará en tarima una banda de cuatro músicos, dirigida por el baterista Kaleb Santana. En guitarra y voz estará Roberto Torres; en el bajo Sammy Morales y en el teclado, Miguel Vargas.

 El libreto es un trabajo conjunto de Miguel Morales y Pedro Juan Ríos.

La ruta de la risa fue el más reciente “stand up comedy” que presentó el animador de televisión. La gira entonces comenzó en el 2015.

Ensayando y entrenando

Arrieta ya comenzó a armonizar el entrenamiento para su próxima caminata, la undécima a favor de los pacientes del Hospital Oncológico, con los ensayos para el show.

La rutina la divide entre ejercicios en las mañanas y ensayos con la banda en la noche, cuando termina sus compromisos de televisión.

Todavía no revela muchos detalles de lo que será la próxima edición de la caminata, a la que accedió por reconocer la importancia que tiene la continuidad del evento para la institución que sirve a los pacientes de cáncer.

La caminata comenzará el miércoles, 29 de mayo y terminará el lunes, 3 de junio. Contrario a los pasados 10 años, no se seguirá una ruta en una misma zona, sino que cada día se trasladarán a pueblos que pueden ser distintas entre uno y otro.

El cierre volverá a ser en el área metropolitana, pero no necesariamente en San Juan.