Quien lo conoce sabe que cambia de sombreros de un momento a otro, si no los lleva todos a la vez. Es actor, productor de teatro y coordinador de prensa para las obras de su propia compañía, y de sus colegas teatreros.

Raymond Gerena es un multitasker de la industria de las tablas. La conoce de arriba a abajo, en gran parte por la influencia de su abuela materna, que desde niño solía llevarlo a ver las obras en cartelera. Con ella vio La carreta, actuada por la inolvidable Lucy Boscana.

Cangrejero orgulloso, Gerena estudió un bachillerato y maestría en mercadeo en la Bentley University. Con ese entrenamiento y movido por su atracción hacia las artes escénicas fundó Casa Productora, firma dedicada a la producción de teatro que recién estrenó su aplicación móvil para mejor acceso a las ofertas teatreras en las salas de la Isla.

“Aunque me había graduado, empecé a tomar todos los cursos en el Departamento de Drama (del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico) y estuve en Teatro Rodante”, compartió de su combinación profesional.

Desde entonces, Gerena mantiene un balance entre los trabajos que realiza como productor y actor, y en ocasiones siendo talento en las obras que presenta. “No me gusta imponerme los personajes, nunca lo he hecho”, dijo.

Su carrera no se limitó a la Isla. Tuvo también su tiempo en México, país que considera su segundo hogar. Desde allí hizo un nuevo acercamiento al teatro, logrando llevar a escena la pieza Tengamos el sexo en paz, de Dario Fo, con las actrices Angélica Aragón y Margarita Gralia.

Lo que creó fue un “monstruo”, que estuvo en cartelera por cerca de seis años en los teatros mexicanos.

“Me reuní con ellas, no llevé los derechos conmigo, y me dicen, ‘Cuando me muestres que tienes los derechos, acepto la obra’ ”, contó de cómo logró convencer a las actrices, luego de que en México trataran de lograr los derechos de la obra por largo tiempo.

“Llegué a tener mucho dinero y así mismo lo boté. Cosas de joven, que uno se da cuenta después. Fue de las mejores experiencias que he tenido en mi vida. Se me abrieron todas las puertas en México”, compartió.

La obra ¿Por qué los hombres aman a las cabr...?, lo regresó a las tablas locales.

“Esto es una industria, esto es un negocio. Lo veo y lo trabajo como un negocio. Me apasiona, me encanta. Estoy bien pendiente a lo que el público quiere ver. He sido muy afortunado porque gran parte de mis producciones han sido exitosas. Me he escocotado también. Cuando hice el musical de Celia perdí hasta mi casa por la ley de los envejecientes”.

“Me tuve que ir con mi hijo a un apartamento de una habitación, donde dormí por un año en un sofá, y poquito a poquito me volví a levantar”, revela de la crisis económica que enfrentó en el 2010.

Fanático de los elencos de mujeres, el productor reconoce qué se mueve en una industria donde los riesgos están más garantizados que el éxito, pero hay que saber jugárselas. 

“El teatro todavía me sigue sorprendiendo, porque acabo de hacer una producción como Cuando era puertorriqueña, basado en una novela, nada comercial, y en un fin de semana terminé haciendo seis funciones. Es una cajita de sorpresas, está en uno como productor y agente de mercadeo ir viendo las necesidades”, afirmó.

Con “Pareja abierta”

Su nueva apuesta como actor es la comedia Pareja abierta, dirigida por Ismanuel Rodríguez. En la pieza que sube a escena hoy, mañana y domingo en el Teatro Braulio Castillo, en Bayamón, actúa con la actriz Laura Isabel.

“En mi carrera como actor he tenido de todo, personajes maravillosos, como otros que nada que ver, pero aquí el director nos ha llevado a un plano fuera de nuestra zona de confort”, expuso.

Gerena interpreta a “Pipo”, un hombre liberal que le hace una atrevida propuesta a su esposa para salir de la rutina: tener las relaciones extramaritales suficientes para salvar el matrimonio. En ese juego se dará un desnudo de su personaje, pero la sorpresa mayor la dará ella.

Los boletos para esta comedia están a la venta a través de ticketerapr.com.