La actriz Sophie Turner, la hermosa Sansa Stark de la serie Game of Thrones, confesó que la fama que adquirió durante estos años gracias a la popular filmación, causó serios problemas para su salud mental, tanto así que las críticas sobre su papel la llevaron a considerar el suicidio. Así lo reportó el portal TMZ.

En una entrevista el martes en el podcast del Dr. Phil, la actriz de 23 años admitió que ha luchado contra la depresión durante varios años. Añadió que "solía pensar mucho en el suicidio cuando era más joven".

Aunque admitió que no cree que ella fuera capaz de lastimarse a sí misma, dijo que el suicidio era "solo una extraña fascinación que solía tener".

Turner, cuyo ascenso a la fama comenzó a los 14 años cuando fue elegida para interpretar a Sansa Stark en "GoT", añadió que su popularidad tuvo un precio porque los comentarios negativos sobre su personaje comenzaron a causar estragos en su salud mental.

“Sansa” dijo que comenzó a ceder ante sus acosadores en las redes sociales y comenzó a dudar de sus habilidades y su apariencia física. Abundó diciendo que su inseguridad la condujo a síntomas de depresión y que tareas simples, como vestirse, la hacían estallar en lágrimas.

Como resultado, Turner comenzó terapia y tratamiento. Añadió que ahora está tomando medicamentos y se ama a sí misma más que nunca.

También le dio crédito a su prometido Joe Jonas, por ayudarla a encontrar la felicidad.

La temporada final de la serie comienza en próximo domingo.

Sophie dijo que se está alejando de la actuación ahora que 'GoT' se ha terminado de filmar y se está tomando tiempo para concentrarse en su salud mental.