El niño Christopher Rivera demostró hoy que más allá de tener voz, se necesita carisma, humildad, personalidad y fe en Dios para lograr su sueño de convertirse en el segundo Idol Kids de Puerto Rico. 

Gala tras gala, el niño de 12 años que impartió la nota de humor en el reality y donde a su vez logró que otros se identificaran con él, por ser objeto de burlas por su gordura,  fue el participante que cautivó el corazón de la audiencia que lo eligió como el gran ganador de la competencia sobre sus compañeros Jersen Ruiz y Gabriela Hernández en el concierto final en el Centro de Bellas Artes en Caguas.

“En un momento sentí que la fe se me había acabado, pero de momento sentí ese boom en el corazón que me dijo tú vas a ganar. Eso fue un segundo antes de Karla Monroig mencionara mi nombre y sentí que me iba a caer. Pienso que mi triunfo fue Dios y le agradezco a todos no solo a los que me apoyaron sino también a los aplaudieron por mí, porque esos aplausos fueron de parte de Dios”, indicó el ganador en lo que fue su primera entrevista luego del triunfo. 

Por su parte, sus dos compañeros que se confundieron en un abrazo con el ganador solo tuvieron palabras de optimista para Christopher. Asimismo ambos se mostraron satisfechos con estar en al final. 

“Me siento muy contenta con el apoyo. Me apoyaron la 100% y estuvieron ahí. Estoy agradecida con mis fans y con Dios de haber llegado. Me siento muy orgullosa de Christopher y le deseo el mayor éxito del mundo”, dijo Gabriela quien aseguró que continuará con su sueño de ser cantautora. 

Entretanto, Jersen, el finalista que más lloró en el camerino, también se mostró optimista con su futuro. 

“Mi sueño no se acaba. Voy a seguir adelante. A veces los que no ganan también ganamos más adelante”, reveló Jersen de 12 años.

La gala, que estuvo cargada de emociones, inició con la alegría de los diez finalistas en el escenario doblando el tema Sueño. 

El jurado compuesto por Ana Isabelle, Edgardo Diaz y Kany García se desbordaron en elogios para los tres finalistas que vistieron de gala para la final. Gabriela lució un vestido gris y los niños llevaron chaqueta.

Esta vez, la presencia de los tres jueces fue para convertirse en testigos del resultado de la competencia. 

Christopher fue el primero en cantar el tema Sueña provocando una ovación del público. Tanto así, que hizo que el padre del niño, Luis Rivera subiera de manera sorpresiva al escenario. Esto, a su vez provocó la tensión de la producción en la posterior que intentaron calmar al padre del niño que se mostró un poco alterado con el jurado. Christopher también se emocionó y en medio de sollozos repitió “Esto es por un mejor Puerto Rico”.

La segunda en cantar fue Gabriela con el tema “Veo en ti la luz”, canción popularizada en la película infantil “Tangled”. La apodada “Colorá” también se emocionó al ver el público de pie que respaldó su melodiosa interpretación.

Por su parte, Jersen interpretó a la perfección el “Qué será”. El chico se mantuvo afinado durante toda la interpretación sin exagerar las notas altas. 

Los tres finalistas realizaron un trío con el tema Abrazar la vida como parte de su despedida de Idol Kids. 

El público, previo a conocer el resultado, estaba dividido entre Gabriela y Jersen. La algarabía cada vez que ambos se presentaban ya fuera en el escenario o a través de vídeos se apoderaba de la sala que fue ocupada casi en su totalidad. Campaña con fotos, camisas y propaganda era exhibida por ambos bandos de seguidores. Igual un grupo apoyaba a gritos a Christopher, que reveló que soñó llegar a la final. 

Este niño fue quien le impartió humor al reality a través de toda la temporada. Carisma y personalidad le sobran, según le expresó la presentadora del reality Karla Monroig. 

No obstante, la parte más emotiva del espectáculo fue la ayuda que recibió la familia de la finalista Taishmara Rivera en donativos para la hermana de la niña que requiere de cuidados especiales. Entre los regalos figuró una silla de ruedas, $1,000 en efectivo y un año de pañales. 

El concierto final contó de varias presentaciones artísticas. La primera estuvo a cargo de Peewee y Miguelito que promocionó su nuevo sencillo en inglés, tema que se aleja del reguetón que lo dio a conocer.

Mientras que el sabor de la salsa lo impartió NG2. Pedro Capó interpretó Fiebre de amor. 

La última nota musical artística fue la de Ana Isabelle con el sencillo No soy de hierro que formará a parte de su próxima producción musical. La cantante estuvo acompañada de cuerdas para la presentación que dejo perplejos a los finalistas que observaban a la vocalista desde el lado derecho de la tarima. 

Exigen disculpa

“Papi no me dijo nada, solo me abrazó”, señaló Christopher  en un aparte con este diario. No obstante, su padre afirmó que todavía resiente la manera en que el juez, alegadamente, Edgardo Díaz hizo referencia al sobrepeso del ganador en una pasada gala. 

“No me molestó que Ana Isabelle dijera lo de los ejercicios porque lo vi como una crítica constructiva pero Edgardo se burló. Espero una disculpa de él al niño”, señaló el padre.