Rubén Sánchez está feliz de poder decir ahora que el percance de salud que enfrentó ayer no pasó de ser un gran susto.

Contrario a la norma, el periodista no desayunó ni almorzó. “No había comido nada en todo el día. En mi apartamento están cambiando la cocina, más el estrés del programa, y no como dos horas antes de ir al aire para sentirme liviano”, nos contó.

Aún con lo frío que suele estar el estudio de televisión donde trabaja, empezó a sudar. Su primera reacción fue retirarse del programa y salir del set en plena transmisión. Luego de recibir atención médica, se llegó a la conclusión de que había sufrido un bajón de azúcar.

“Me pasó como al carro cuando se queda gasolina. Pero no debe ocurrir de nuevo”, resumió.