Tan reciente como el pasado 8 de enero cuando aun celebrábamos la Navidad, un sismo de magnitud 6.4 tocó la vida de todos los puertorriqueños.

Un evento como este aunque sabemos que podría ser posible lo veíamos como algo inaudito o ajeno a nuestro pueblo.

Los efectos de un terremoto en la psiquis de las personas que lo experimentó son nefastos para la salud mental, aumentando significa la tasa de depresión, ansiedad y trastorno de estrés post traumático. Estudios reportan que alrededor de una de cada diez personas que atraviesan por este desastre de la naturaleza desarrollan un trastorno psiquiátrico.

La población mas vulnerable es la que se encontraban en las zonas mas afectadas, los que sufrieron consecuencia negativas y las personas que ya tenían algún tipo de condición emocional. En este caso los pueblos del área suroeste , sufrieron consecuencias devastadoras pero aun para los que vivimos mas lejos del epicentro el sentir el movimiento, el sonido, y el no saber como actuar ha llegado a impactarlos significativamente.

Durante estos días he tenido amigos y clientes ahogados en llanto, con miedo a quedarse dormidos, con insomnio entre otras manifestación emocionales

Palomares y Castillo (2018) reportan que el vivir un terremoto es un trauma prolongado que comienza con el movimiento inicial, los factores que amenazan la vida como edificios que colapsan, la exposición a ver casas destruidas, personas atrapadas, tener que irse a albergues y como si esto fuera poco las replicas del mismo.

Después de un evento como el que hemos vivido se puede experimentar:

Miedo intenso

Ansiedad

Insomnio

Desesperanza

Depresión

Trastorno de estrés post traumático

Consumo de alcohol y drogas de forma excesiva.

Evitación

Pesadillas

Hipervigilancia

Inquietud

Angustia

Temor por no estar cerca de los seres queridos y que les suceda algo.

Entre otros

Todos estos síntomas son esperados ante un evento de tal magnitud,el problema mayor emerge cuando comienza afectar el retomar la cotidianidad, el trabajo, la vida en familia y social basándose mayormente en el temor.

Este malestar emocional puede durar desde meses hasta años por lo que ademas de la ayuda que ofrezcan las instituciones, iglesias , la comunidad y el gobierno se debe buscar tratamiento psicológico y psiquiátrico.

Debemos buscar ayuda para descargar todas las emociones y sentimientos asociados al sismo, permitirnos sentir pero no paralizarnos ante la situación. Entender que no estamos exentos y que debemos tener un plan de acción personal y familiar de enfrentarnos nuevamente a un evento como el vivido. No se recomienda la sobre exposición a las redes sociales las que en ocasiones traen información incorrecta, fatalista y lamentablemente hasta burlona.

Somos vulnerables pero también resilientes, nos levantamos ante la adversidad y nos volvemos mas fuertes.

Apoyemos a nuestros amigos, familiares, conocidos, el que puedan exteriorizar sus sentimientos,sera de gran ayuda. Hablemos con nuestros niños de la forma mas calmada posible siendo enfáticos en que estamos para protegerlos, dele herramientas.

Si sientes que no puedes manejar lo sucedido busca ayuda YA.

De interesar una cita con la Dra. Ingrid C. Marin Espiet, Psicologa Clinica puedes comunicarte al (787)222-4999 o via email: imarinespiet @gmail.com