Por años, la histerectomía ha tenido una mala reputación entre las mujeres, especialmente en lo que se refiere a sus supuestos efectos adversos sobre el disfrute sexual. Relaciones íntimas dolorosas, falta de interés, resequedad vaginal y menor cantidad -y calidad- de orgasmos son, usualmente, los temores principales que rondan por la mente de las pacientes antes del procedimiento, que consiste básicamente en la extirpación quirúrgica del útero.

Estas preocupaciones, sin embargo, suelen ser simples mitos, pues -contrario a lo que se piensa- la vida sexual de las mujeres no se afecta negativamente después de una histerectomía. De hecho, expertos señalan que, para sorpresa de muchos, los encuentros bajo las sábanas mejoran tras la cirugía, pues ésta corrige problemas médicos previos.

Alivio en la cama

La sexóloga Carmen Valcárcel explica, en este sentido, que la frecuente intervención ginecológica libera a un buen número de mujeres de los dolores asociados con la endometriosis severa, los fibromas y el prolapso uterino, entre otras tantas afecciones que perjudican el placer sexual.

De ahí que, por regla general, las pacientes puedan continuar su vida íntima de un modo más positivo, pues los malestares serán cosa del pasado.

“En realidad, la mayoría de las mujeres que sufren una histerectomía reportan una mejoría en su libido luego de su recuperación. Esto es así pues, típicamente, el útero se remueve por condiciones que causan molestias, incomodidad y dolor durante las relaciones sexuales. El eliminar la fuente de esas molestias tiende a ayudar en la sensación de alivio y permite disfrutar de las relaciones”, asegura la Dra. Valcárcel.

Aunque el tiempo de recuperación varía de una mujer a otra, los especialistas aconsejan planificar de cuatro a ocho semanas de convalecencia después del procedimiento. Cabe destacar que la rehabilitación de una histerectomía abdominal es más lenta si se compara con la vaginal, así como la asistida por laparoscopia.

“Cualquier actividad sexual previa a la cicatrización puede promover ruptura, dificultad en cicatrización y/o infección”, advierte la experta en sexualidad.

Libido libre de riesgo

La ginecóloga y obstetra Susana Schwarz destaca que, pese a preocupaciones de las pacientes, el deseo sexual no está en jaque después de una histerectomía.

La investigación Maryland Women’s Health Study, publicada en 1999 en el Journal of the American Medical Association, reveló -muy por el contrario- que el procedimiento puede tener efectos muy positivos en la vida sexual de una mujer.

Entre los resultados del estudio, que siguió las experiencias de 1,101 mujeres durante los primeros dos años después de una histerectomía, destaca que casi tres cuartas partes de las féminas que inicialmente experimentaron baja libido, reportaron una mejoría después de la cirugía.

Asimismo, dos terceras partes de aquellas que reportaron no tener orgasmos antes de visitar al quirófano, los estaban experimentando un año más tarde.

“Por el mero hecho de sacar la matriz, que es lo mismo que el útero, no tiene por qué verse afectado el deseo sexual”, precisa la Dra. Schwarz.

“Mucha literatura en los Estados Unidos alegaba que la histerectomía afectaba los orgasmos. Pero yo misma he hablado con mis pacientes porque me preocupaba esa afirmación, y no es el consenso. De hecho, muchas mujeres, incluso mayores de 50 años, dicen que pueden tener una vida activa sexualmente sin problemas”, recalca.

Sólo cuando los ovarios son extirpados con el útero es que el deseo sexual podría bajar un poco y surgir sequedad vaginal durante el acto íntimo. Así lo establece la también ginecóloga Vilma Ortega Vidaurre, quien explica que esto sucede pues se está provocando una especie de menopausia instantánea.

“Ya cuando se remueven los ovarios, es que se induce una menopausia en los pacientes, y ahí sí podría afectarse la vida sexual, especialmente la libido”, concluye la especialista.

El aspecto psicológico

Más allá de las secuelas físicas, es la respuesta emocional ante una histerectomía la que podría perjudicar en mayor medida la actividad sexual de la mujer.

Según explica la sexóloga Valcárcel, hay pacientes que -por ejemplo- piensan que el útero es una parte fundamental para sentirse femeninas. Al removerlo quirúrgicamente, éstas reportan sentirse menos atractivas e, incluso, incompletas.

“En la clínica he visto casos de mujeres (y hombres) que vienen porque entienden que al ‘sacarle todo’ las han dejado ‘huecas’ y piensan que su pareja no sentirá placer teniendo relaciones con una mujer ‘hueca’. A muchos podría parecernos difícil que alguien piense así, sin embargo, a veces es poca la información y orientación que han tenido previo a la cirugía”, señala la doctora.

“Estos mitos pueden desencadenar sentimientos de inferioridad y minusvalía en la mujer que inciden en la relación de pareja. Sentirse menos atractiva puede disminuir la intensidad y frecuencia del acercamiento sexual y llevarla a evitarlo totalmente”, puntualiza.

En estos casos, los expertos recomiendan que la mujer -sola o en pareja- exprese sus angustias y sentimientos a alguien en que pueda confiar, ya sea un familiar, amigo o, de preferencia, un psicólogo.