Este animal, que viajó en aviones de primera clase, odia el perfume Chanel, posó con los modelos, fue musa de varias prendas de la firma, tiene dos niñeras y una empleada que le gestiona sus cuentas en redes, ahora está en el centro de la polémica tras la muerte de su dueño.

El famoso diseñador de moda, que falleció hoy en París a los 85 años, no se casó ni tuvo hijos, por lo que mantenía un vínculo muy fuerte con su mascota, a la que abrió redes sociales y consagró como toda una celebridad. En más de una oportunidad, declaró que quería que fuera ella quien lo heredara todo.

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"Ella tiene su propia fortuna, es una heredera", dijo el modisto en 2015 sobre su gata birmana. Antes, había contado cómo llegó a su vida: "Choupette era de un amigo que me pidió que cuidara de ella mientras él se encontraba de viaje. Pero cuando regresó, le dije que Choupette se quedaba conmigo. Ahora tiene otro gato que está muy gordo y Choupette se convirtió en la gata más famosa y rica del mundo", según El País. Desde entonces, 2011, demostró su amor incondicional para con ella. De hecho, el animal posee también su propia cuenta bancaria.¿Pero puede legalmente convertirse en heredera de su amo? En Francia, no. Según lo publicado por Le Figaro, está prohibido designar a un animal como heredero en tanto la ley comprende que un animal no puede existir como persona física y jurídica. En este país entonces Choupette no podrá ser directamente la heredera del gran modisto, que residía en Francia.

Sin embargo, en su país natal, Alemania, la ley es otra. Allí tal acción sería factible, pero dado que Lagerfeld vivía en París, en su sucesión debe regir la ley francesa.

La mascota ahora está en el centro de la polémica tras la muerte de su dueño.

Eso sí: hay soluciones alternativas. Una persona jurídica, como una asociación o una fundación, podría recibir la herencia y manejarla en nombre del gato. Una asociación de protección animal, por ejemplo, podría cumplir ese rol y beneficiar a Choupette. Otra opción es designar al siguiente propietario del animal, que heredará cierta riqueza para garantizar la comodidad del animal hasta el final de su vida. En 2015, el diseñador también había declarado al respecto al medio "Le Divan": "Si me pasa algo, la persona que lo cuidará no estará en la miseria".

Lagerfeld no es la única persona que quiso dejarle toda su herencia a su mascota. En 1992, la condesa alemana Karlotta Liebenstein le dejó a Gunther IV, su pastor alemán, 373 millones de dólares (328 millones de euros) de su amante, la condesa alemana Karlotta Liebenstein. Y aunque aún está viva la presentadora de televisión estadounidense Oprah Winfrey ya lo tiene todo planeado: aseguró que a su muerte legará 30 millones de dólares a sus cinco perros.