Se va el 2016 y con él también se va lo bueno y lo malo, las alegrías y las tristezas, y todo lo que trajo consigo de manera inesperada.

Lo que no se vale -pero debemos  aceptarlo como ley natural- es cuando lo que nos llega es el imprevisto de perder a un ser querido. La adultez permite, hasta cierto grado, aceptar la voluntad del Creador, pero es muy difícil cuando a los niños les toca enfrentar  la pérdida  de los seres que aman y les protegen.  Más difícil aún, en medio  de nuestro dolor, es tener que enseñarles que es ley de vida lo que están enfrentando.

Lo que quiero decir con esto es que no esperemos a que las cosas tristes ocurran para tomar en cuenta a los nuestros. Este año 2017 (al igual que la vida misma) también es impredecible. No sabemos hasta cuándo vamos a durar o hasta cuando nos pueden durar los seres que amamos. Cada minuto con ellos cuenta. Cada minuto es perfecto para decirles cuanto los amamos y valoramos. 

Este día de Navidad tuve la oportunidad de tener casa llena. Se hospedaron mi mamá,  mi hermana, mi cuñado y sobrinos. La pasamos espectacular. En la mañana, Arita (mi querida hermana) preparó un rico desayuno, con esas manos santas para el sabor y la buena cocina que  heredó de mi muñeco bello, mi papi. Herencia a la que llegué tarde a la repartición porque del arte de la cocina, conmigo, nada que ver. Mi madre querida, muy dispuesta, quiso halagarme haciéndome unas tostadas para el desayuno. ¡Las tostadas quedaron quemadas y mi cocina casi en fuego!

¡A ella fue que salí, no tengo la menor duda! Aún así, la risa contagiosa  que causaron la tostadas quemadas de mami, jamás se nos olvidará.

Cosas tan simples como estas  son las que graban hermosos recuerdos entre nosotros. Vivencias para contar y repasar el día que físicamente no estemos.

Por esto y más, debemos comenzar a trabajar  en nuestro baúl de los recuerdos. Lo que pasó  en el 2016 ya es cosa del pasado. Comencemos a planificar desde hoy lo que queremos para el nuevo año. No se trata de cosas caras y difíciles, se trata de hacer de la vida una especial  y darle el valor que merece cada situación vivida en nuestro entorno. 

¡Hasta siempre 2016! ¡Vamos  por más!  ¡Bienvenido 2017!

Muchas bendiciones para todos y cada uno de  ustedes.